Aunque muy probablemente la  reforma fiscal en Estados Unidos (EU) no tendrá efectos “significativos” en México, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) pidió diseñar una “nueva  reforma fiscal de fondo” una vez que se tenga definida la nueva administración. En su Análisis Económico Ejecutivo semanal, el centro aseguró que aunque “en principio en México no existe ningún espacio fiscal para reducir los impuestos, sólo a costa de un incremento en el déficit público” y hacerlo a costa de déficit sería inadmisible.

Sin embargo, tampoco se puede decir que México está limitado y que no hay manera de tener una mayor competitividad fiscal con EU, dijeron los economistas del centro.

Si bien es cierto que en algún momento pueden requerirse cambios, más allá de una modificación en las tasas impositivas, los ajustes deben concentrarse en la calidad recaudatoria y en la asignación eficiente de los recursos”.

Por el momento no hay espacio fiscal para reducir impuestos, pero “en los siguientes meses, y con la nueva administración habrá posibilidades de diseñar una nueva  reforma fiscal de fondo. No antes. Y en ese sentido vale la pena plantear un proceso de trabajo con la SHCP, para ir platicando y diseñando una nueva reforma”, advirtieron.

Si bien en este año electoral no habrá cambio en la política fiscal, se podrá pensar en hacer ajustes mínimos en la Ley de Ingresos, pero nada que implique reducir recursos al erario porque se puede generar déficit.

Con la  reforma fiscal que se aprobó en EU, la tasa nominal del Impuesto Sobre la Renta (ISR) se redujo de 35% a 21%. Pero la tasa efectiva para los corporativos quedó entre 26% y 29% antes de deducciones y subsidios, además de que considera la imposibilidad de reducir los pagos de gravámenes estatales.

Mientras que para México, el cálculo de la tasa efectiva es complejo, porque depende de cada sector, pero se ubica entre 12% y 18%.

Para el CEESP, el efecto de la  reforma fiscal estadounidense tendrá impactos inciertos, porque es posible que los ajustes no representen un estímulo importante para las empresas; además de que las inversiones se hacen en función de la oferta y la demanda

El organismo consideró que se trata de una reforma regresiva que no propiciará un incremento en el consumo ni en la demanda en general.

(Fuente: El Universal / Distrito Federal / Internet, Información, 08:32, 15/01/2018)