A través de métodos persuasivos, como el programa de caídas recaudatorias, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) logró recaudar 13 mil 564 millones de pesos en 2017, un incremento de 41 por ciento real anual. Este monto representa 25.7 por ciento del total por vigilancia de operaciones.

Pese a no ser la mayor participación de las caídas recaudatorias dentro del total de la vigilancia de operaciones registrada para un año completo, el resultado de 2017 es el mayor monto recaudado a través de este método de vigilancia y el incremento anual es uno de los mayores alcanzados.

Lo anterior se explica por el avance del total por vigilancia de obligaciones, que en total fue de 62.6 por ciento respecto al resultado de 2016.

Dentro del programa de caídas recaudatorias, el segmento más importante es el denominado Vigilancia Profunda, el cual forma parte de los métodos persuasivos que ha fortalecido la recaudación por vigilancia en los últimos años y que históricamente ha representado más de 95 por ciento del total del programa de Caídas Recaudatorias.

Este método consiste en la invitación al contribuyente, por parte del fisco, a aclarar su situación fiscal de forma voluntaria para evitar ejercer facultades de comprobación.

Así, el SAT hace una revisión histórica del comportamiento de las contribuciones y al encontrar cambios significativos, solicita al contribuyente una aclaración o justificación del cambio mediante la presentación de pruebas.

De acuerdo con la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon), en su documento «Cobro Persuasivo: Alcances y Límites», este tipo de cobro es el conjunto de diligencias que se ejecutan para informar al contribuyente sobre el debido pago de sus obligaciones fiscales y no constituye en sí una mala práctica de cobro, además de ser un método económico y relativamente sencillo.

Según Luis Octavio Reyna, del Colegio de Contadores Públicos, la vigilancia del comportamiento histórico para comparar con el comportamiento actual ha contribuido al fisco a mejorar la eficiencia recaudatoria y el costo de la recaudación.

Sin embargo, según señala el documento de la Prodecon, las malas prácticas que rodean al cobro persuasivo convierten a este método en un instrumento que puede afectar los derechos de los contribuyentes cuando se cae en intimidación o se presentan pruebas con detalles técnicos que el contribuyente no logre comprender.

Por lo anterior, la Procuraduría cuenta con un decálogo que debe observarse durante el proceso persuasivo, en el que se destaca que el contribuyente puede ser acompañado por un asesor en materia fiscal y no debe caerse en un tono de amenaza o intimidación por parte del fisco.

Fuente: Reforma, Sección Negocios, Marzo 21, 2018