China, país con que México tiene un déficit comercial de 67 mil 433 millones de dólares, es un hábil jugador que aprovecha la fiebre futbolera para penetrar la portería de los consumidores mexicanos. En los tianguis y calles del Centro de la Ciudad de México se pueden adquirir pulseras, aretes, gorras, aplaudidores, abanicos, maquillaje y hasta rosarios de la Selección Mexicana, los precios van desde los 5 a los 60 pesos.
En tierras asiáticas se producen todo tipo de artículos para que cualquier aficionado disfrute de los partidos de la Selección Mexicana en una reunión familiar o con amigos. El gigante asiático conoce tan bien al mercado local, que rosarios tricolor atraviesan el mundo para estar presentes entre las manos de los mexicano cuando el equipo esté en problemas, o por si hay que ir a penales.
La docena tiene un costo de 20 pesos, si se reparte entre amigos el gasto sería de 1.60 pesos o si son para la venta significa que hay un buen margen de ganancia.
El vicepresidente nacional de la Concanaco Servytur, Ricardo Navarro Benítez, explica que estos productos están en el mercado informal, pero no quiere decir que llegaron a México de contrabando debido a que los aranceles fueron bajando y hay facilidades para mover mercancías. Sin embargo, significan un doble gol para la economía mexicana, pues la venta de estos productos no genera impuestos y los empleados no reciben prestaciones laborales.
La piratería no se queda en la banca
En las calles que rodean el mercado Abelardo L. Rodríguez, ubicado en el centro histórico, predomina la venta de playeras, chamarras y shorts de la Selección Mexicana de futbol, hay de dos tipos “las nacionales y las de importación”, aunque ambas provienen de China. Tienen etiquetas con precios “en tiendas departamentales” de mil 700 pesos, pero ahí el aficionado las puede conseguir en 400 pesos o menos.
Los textiles tienen las etiquetas y diseños similares a los artículos originales de Adidas. En los clones también hay calidades, los “nacionales” cuestan entre 180 y 350 pesos, mientras que una chamarra “importada” se consiguen entre los 600 y 700 pesos. En contraste, en los negocios establecidos, las playeras y shorts con diseños originales y hechos en México cuestan entre 50 y 95 pesos.
Los consumidores se aglutinan en los puestos ambulantes, pues quieren playeras idénticas a las Adidas que no cuestan menos de mil pesos en las tiendas departamentales. Los comerciantes comentan que después del triunfo de México frente a Alemania las ventas se dispararon y los clientes tienen que hacer fila desde antes de las 9 de la mañana para alcanzar las tallas deseadas.
Ante esta problemática, el presidente de la Confederación, José Manuel López Campos, refiere que “no se puede hablar de proteger los mercados, pero sí de competitividad en la industria mexicana para que a México no entren productos por precio, sino por calidad”. Añadió que con el impulso y cumplimiento de normas y mejores estándares, “se logrará que comprar un artículo mexicano será sinónimo de calidad, como no es el caso de algunos productos que se importan de países asiáticos”.
Un estudio realizado por el ITAM el año pasado reveló que 80 por ciento de los mexicanos mayores de 15 años compran productor pirata, lo que implica un gasto de 20 mil 900 millones de pesos y una pérdida para el gobierno mexicano de 3 mil 34 millones de pesos en Impuesto al Valor Agregado (IVA).
(Fuente: El Heraldo de México / Internet, Información, 06:31, 22/06/2018)