La inflación, medida por la variación la tasa anual del índice nacional de precios al consumidor (INPC), venía registrando una tendencia a la baja hasta ubicarse en 4.51%, luego de que en diciembre alcanzó a ser de 6.77%, el nivel más alto en los últimos 17 años. Sin embargo, en junio subió discretamente a 4.65% para luego registrar un salto más fuerte a 4.81% el mes pasado.

Pese a este incremento, Banco de México (Banxico) decidió no elevar la tasa de interés interbancaria, confiando en que la fortaleza registrada por el peso desde mediados de junio y que se acentuó pasadas las elecciones podría ayudar a contener el alza de los precios de los bienes comerciables y cancelar un posible traspaso del tipo de cambio a los precios al desactivarse el peligro de un proceso electoral complicado y cuestionado, y al reactivarse el optimismo por la reanudación de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Banxico a su vez pudo respaldar su decisión considerando que la inflación al productor (excluyendo petróleo) había roto la tendencia al alza desde principios de año al ser en julio de 6.51%, luego de que un mes antes había alcanzado su nivel más alto, de 6.95%.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que los principales productos y servicios que subieron en julio füeron la gasolina de bajo octanaje, el tomate verde, jitomate, los servicios turísticos (temporada alta) y otras frutas y legumbres.

Exactamente los mismos rubros de un año antes, cuando no se cumplió el vaticinio de Banxico de que en el segundo semestre comenzaría la tendencia a la baja.

A pesar de que el tipo de cambio se apreció considerablemente en julio, las gasolinas (Magna y Premium) han seguido subiendo porque su precio internacional se ha incrementado.

Wall Street Journal reportó hace unos días que las refinerías en Estados Unidos habían tenido ganancias récord durante el segundo semestre por una combinación de precios altos del combustible y costos bajos del petróleo.

El precio al consumidor de la gasolina durante el primer semestre no se disparó tanto debido a que Hacienda decidió reducir el impuesto especial, por lo que esta situación podría comenzar a revertirse, una vez que ya pasaron las elecciones.

Algo similar podría suceder con otros energéticos como la electricidad, puesto que el consumidor recibe un subsidio importante, o el gas natural, el cual como mostró el martes EL UNIVERSAL, en mayo las importaciones fueron por 5 mil 106 millones de pies cúbicos diarios, esto es 64.6% del consumo del país, considerando que su precio ha estado subiendo, como podrá constatar el lector en sus recibos.

Por otra parte, a pesar del alza comentada en las frutas y verduras, en julio en tasa anual de este concepto fue de -0.67%, cuando un año antes registró una tasa de 21.86%; algo similar pasa con pecuarios, pero menos dramático: 6.46% en julio de 2017, y 2.94% el mes pasado.

Es decir, es probable que el precio de los agropecuarios suba los próximos meses y que dejen de apoyar a la inflación en general, sobre todo porque la intensa sequía y las posteriores inundaciones podrían afectar las cosechas.

Los  aranceles han afectado algunos precios al productor en algunos bienes que podrían repercutir finalmente en los del consumidor de productos que los usan como insumos.

La lámina de acero subió 12.30% y el lingote y plancha de acero, 9.42% en variación mensual en julio, por lo que las represalias comerciales contra Trump están afectando a los importadores de esos bienes.

Por otra parte, aunque la política monetaria de Banxico ha sido bastante agresiva, subiendo la tasa de interés de referencia «de manera preventiva», el clima de optimismo reflejado en el impresionante repunte que tuvo la confianza del consumidor en julio, podría generar algunas presiones de demanda Finalmente, a pesar del renovado optimismo por la posible firma de un acuerdo en principio del TLCAN a finales de mes, sigue habiendo «temas tóxicos» (energía, por ejemplo), como señaló Moisés Kalach, del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), o el rechazo de Canacintra de firmarlo a cualquier costo, por lo que el asunto no está definido.

Con este escenario y sumados los riesgos externos, conflictos geopolíticos, intensificación de la guerra comercial de Estados Unidos con China, la Unión Europea, etcétera, el tipo de cambio podría presentar mayor volatilidad una vez que se acabe la luna de miel electoral.

ADDENDUM.

Inegi recordó que con el anuncio de la inflación de la primera quincena de agosto, el día 23 se modifica el nuevo año base, referido a la segunda quincena de julio de 2018=100, se amplía la cobertura geográfica y la canasta de bienes y servicios, que estará conformada por 299 genéricos (actualmente 283), así como, un cambio en los ponderadores.

Se ha especulado que esto implicará una mayor inflación; en realidad, el resultado final es incierto.

Un ejemplo: a pesar que el ponderador de la gasolina de bajo octanaje crece a 4.2988 (antes 3.7946), su impacto sería menor si el próximo gobierno decreta que suba la tasa esperada del INPC.

(Fuente: El Universal, Pablo Álvarez Icaza Longoria, P2, 16/08/2018)