Luego de 24 años de haber sido abrogados, la Oficina de Transición de Agricultura y Desarrollo Rural del Presidente electo anunció que volverán los precios de garantía para cinco productos del campo mexicano. Serán los cultivos de maíz, frijol, trigo panificable y arroz, así como la leche fresca los que serán incluidos en el esquema, que garantiza por parte del Gobierno precios mínimos preestablecidos.

«(Los precios de garantía) aportarán a la autosuficiencia alimentaria en cultivos básicos y leche fresca, con base en el incremento de producción que se espera en unidades de pequeña escala», indicó en un comunicado la Oficina de Transición.

Esta estrategia beneficiará a 2 millones de pequeños productores y los precios de garantía a estos básicos se concretarán bajo un esquema de compras que operará el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana.

Los precios propuestos hasta ahora serán superiores a los niveles que hoy alcanzan los contratos de futuros de los principales granos.

En maíz, por ejemplo se propone un precio de garantía de 5 mil 610 pesos por tonelada para productores con hasta 5 hectáreas registrados en padrón georreferenciado, con un límite de compra, cada uno, de 20 toneladas.

De acuerdo con Aserca, los contratos de maíz en Chicago para cierre de año hoy se ubicaron en 142.12 y dólares la tonelada, es decir, entre 2 mil 770 pesos.

En el frijol aplicará un precio de garantía de 14 mil 500 pesos, trigo panificable 5 mil 790 pesos y arroz 6 mil 120 pesos por tonelada.

En tanto, el precio de la leche fresca será de 8.20 pesos por litro.

El esquema de precios de garantía, que desapareció en 1994 y ahora vuelve a surgir con nuevas reglas, enfrenta el reto de contar con un padrón bien controlado para evitar desvíos, expuso Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).

La vigilancia y transparencia de los padrones es crucial, debido a que ofrecer precios mayores puede resultar atractivo para grandes productores.

«Muchos productores grandes van a querer vender sus cosechas a través de los productores chicos que no alcanzan los límites máximos de hectáreas ni toneladas», señaló.

Para evitarlo, los precios de garantía deben aplicar sólo en los estados del sur y sureste de México y no en las entidades que concentran los grandes graneros comerciales, manifestó.

De acuerdo con Enrique Campos, acopiador de grano de Zacatecas el beneficio de los precios de garantía debería estar enfocado a quienes en verdad lo necesiten y además cuenten con capacidades para producir.

Los entrevistados coincidieron que el esquema tendrá impacto positivo en la medida que se acompañe de avances tecnológicos, acceso a semillas mejoradas y fertilizantes a precios competitivos.

Hasta ahora, el nuevo Gobierno no ha definido si el nuevo programa de precios de garantía se sumará a otros esquemas que ya existen como como el Ingreso-Objetivo para agricultura por contrato y los apoyos directos a través de Proagro.

Fuente: Reforma, Sección Negocios, 26 de Octubre, 2018