La tendencia en el empleo precario está lejos de revertirse. Las personas que trabajan sin recibir un salario casi duplican a los que perciben más de cinco salarios mínimos en el País. Según expertos, las personas ocupadas que no reciben ingresos muchas veces dependen de propinas a cambio de un servicio, pero también se refiere a aquellas que realizan una actividad como cuidado de enfermos o niños sin cobrar salario. Otros casos son los de negocios familiares cuyos miembros laboran sin un salario determinado, además de que muchos de ellos son informales.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) al segundo trimestre del año, indican que los ocupados que no reciben ingresos son 3 millones 219 mil 868 personas y los que ganan más de 5 salarios mínimos -más de 15 mil 400 pesos- suman un millón 831 mil 552 personas.
La carga de trabajo no remunerado como labores domésticas y cuidados se centra en las mujeres, y de hecho, es la principal barrera para que participen en el mercado laboral, según la Organización Internacional del Trabajo.
En México, se dedican 88.7 horas a la semana a labores domésticas, de las cuales 68.5 horas son cubiertas por las mujeres.
«La carga del trabajo no remunerado hacia las mujeres afecta no solamente su participación en el mercado laboral, también tiene incidencia en la calidad de empleo», según el organismo.
«Las mujeres con responsabilidades de cuidado son más propensas a ser autoempleadas, trabajar en la economía informal y no contribuir a la seguridad social, en comparación con las mujeres sin responsabilidades de cuidado no remunerado».
La pérdida de las plazas laborales mejor pagadas en México parece irrefrenable. En el último año, 587 mil 803 personas dejaron de percibir este ingreso. «En vez de notarse una mejora en la precarización del empleo, se está exacerbando este problema», afirmó Héctor Magaña, analista del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey.
Añadió que la cantidad de personas que no recibe ingresos ya superó a los que tienen uno más elevado, lo cual implica la precarización en el mercado laboral. A esto se suma el bajo crecimiento económico, que no ayuda a mejorar las condiciones salariales.
«Las personas que ganan hasta tres salarios mínimos son el grueso de la población. Estamos hablando de que existen 54 millones de personas ocupadas, 28.5 millones reciben, en el mejor de los casos, hasta tres salarios mínimos», comentó Magaña.
Desde la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) se busca establecer una política de recuperación salarial que eleve el piso para los que ganan hasta un salario mínimo.
«Vamos a trata de coadyuvar a través de la actualización de los salarios mínimos profesionales, estamos trabajando con Concamin, Coparmex y otras organizaciones para de manera consensuada establecer salarios», subrayó Andrés Peñaloza, presidente de Conasami.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Septiembre 19, 2019