La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) solicitó al Gobierno federal que convoque a una Convención Nacional de Hacienda, esto es, establecer un nuevo pacto fiscal, para determinar una nueva fórmula del egreso mejorando el reparto del gasto federalizado a través de nuevos criterios de distribución y añadiendo un sentido de justicia a la repartición de los recursos fiscales.
También, promover la recaudación local, ya que por las condiciones tan distintas que hay entre los estados, cualquier reforma de Coordinación Fiscal será asimétrica y deberá cumplir con los principios de solidaridad.
Sin embargo, se debe de incentivar a los estados con menos recaudación local a que lo hagan, teniendo como meta dejar de sobrevivir a costa del sustento de la federación.
Otro punto será alcanzar una nueva legislación fiscal, que considere los impuestos directos (ISR) y los indirectos (IVA y IEPS), enfocada a elevar los ingresos de la recaudación mediante el incremento a la base de contribuyentes.
Y, por último, lograr la inclusión de mejores mecanismos para fiscalizar los recursos subnacionales.
Esto es, establecer controles para asignar, monitorear, vigilar y hacer transparente la aplicación de los recursos por parte de estados y municipios para evitar que se destinen a propósitos distintos a los que les fueron etiquetados.
Gustavo de Hoyos Walther, presidente del sindicato patronal, aseveró que de esta forma, los estados del país podrían tener una distribución del gasto más eficiente y equitativo.
Señaló que 65 por ciento del total de los ingresos tributarios de todo el país se concentran en Ciudad de México con 46.2 por ciento, Nuevo León con 8.5 por ciento, Tamaulipas con 7.7 y Veracruz con 7.5 por ciento.
Por ello, observó que, contrario a esos porcentajes, estados como Chiapas, Guerrero y Oaxaca tienen aportaciones tributarias que representan apenas 10 por ciento del total de los recursos federales que perciben.
De Hoyos indicó que este amplio contraste entre lo que se recauda y lo que se recibe, se explica en los dos problemas; un reparto inequitativo entre los estados y que el esquema actual de distribución ha ocasionado una mayor dependencia presupuestal.
«El México actual requiere de un nuevo pacto fiscal que revise el esquema para la distribución del gasto federalizado, que mantenga su sentido solidario, sí, pero que también reconozca los esfuerzos que en materia recaudatoria realizan los gobernadores y alcaldes», aseveró.
El dirigente empresarial destacó que para este nuevo pacto que se necesita, «no se trata de abrir una caja de pandora, sino de que una vez por todas modifiquemos un convenio que al día de hoy es obsoleto».
De Hoyos Walther explicó que el actual esquema de distribución en México, genera riesgos financieros al traducirse, en algunos casos, en la contratación inmoderada de deuda pública.
«Aunque el gobierno ha mantenido su propuesta de no crear nuevos impuestos o aumentarlos, lo cierto es que un gasto federalizado estático, no alcanzará para que los gobierno^ estatales y municipales cubran las crecientes necesidades de su población; esto los obligará a recurrir a la creación de nuevos impuestos locales asumiendo por sí solos el costo político que esto implica», advirtió.
(Fuente: Ovaciones, Información ,Finanzas ,Aida Ramírez Marín, P 6, )