Las cargas en los camiones vuelven a crecer. Los viajes aéreos y reservaciones de hotel han aumentado ligeramente. Las solicitudes para hipotecas van en ascenso. Y más gente está haciendo solicitud para abrir nuevos negocios.

Estos se encuentran entre algunos de los primeros indicios de que la economía de Estados Unidos vuelve, con suma lentitud, a la vida.

Abundan datos que muestran que el país seguía sumido en una desaceleración severa en abril y mayo, al tiempo que la actividad empresarial en general caía y los despidos aumentaban, aunque más lentamente que en las primeras semanas de la crisis del coronavirus. Las proyecciones actuales pronostican que la economía se contraiga entre 6% y 7% este año y que el desempleo persista en porcentajes de dos dígitos durante un tiempo. Pero por primera vez desde que la pandemia obligó a cierres generalizados de negocios en Estados Unidos en marzo, parece que las condiciones en algunos rincones de la economía no empeoran, e incluso podrían estar mejorando.

El gasto en hoteles, restaurantes, aerolíneas y otras industrias perjudicadas por el distanciamiento social sigue siendo bajo, pero parece estar en proceso de recuperarse. El número de viajeros que pasan por los puntos de revisión de seguridad de la Administración de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos (TSA) cayó a 87 mil 534 el 14 de abril, 96% por debajo del mismo día el año anterior. Pero para el 22 de mayo, la cifra había aumentado más del triple, a 348 mil 673, aunque eso como sea está 88% por debajo de la cantidad registrada el mismo día un año antes. Mientras tanto, datos de la compañía de reservaciones en restaurantes OpenTable muestran que los comensales empiezan a regresar en varios Estados.

«Hemos superado el bache en términos del máximo daño», dijo Gregory Daco, economista principal para Estados Unidos en Oxford Economics, donde indicadores de alta frecuencia muestran «una recuperación en ciernes en términos de cuánto dinero gasta la gente».

«Se puede ver ese cambio en los datos, lo cual es alentador, pero hay que ser cautelosos pues nos recuperamos de niveles sumamente deprimidos», señaló.

La industria de los embarques ilustra la tendencia. Los números se mantienen bajos con base en estándares históricos, pero sugieren que los transportistas han superado un punto crítico.

Truckstop.com, que mide la demanda en el mercado del transporte en camiones, dice que su índice semanal ha mejorado durante cuatro semanas consecutivas y que las cargas disponibles aumentaron 27% en la semana que terminó el 18 de mayo.

DAT Solutions LLC, que conecta envíos de carga con camiones disponibles, indica que su índice de cargas disponibles aumentó 22% para la semana que terminó el 10 de mayo en comparación con la semana anterior.

Old Dominion Freight Line Inc., uno de los transportistas más grandes en Estados Unidos, señaló que sus volúmenes cayeron de forma marcada a principios de abril, pero el director ejecutivo Greg Gantt declaró en una llamada referente a utilidades que la demanda «se ha mantenido bastante constante desde entonces.

Es una opinión repetida por la Administración Trump. Kevin Hassett, asesor económico de la Casa Blanca, mencionó que hay indicios emergentes de que la economía de Estados Unidos ha empezado a recuperarse del daño provocado por los cierres causados por la pandemia de coronavirus, aunque indicó que la tasa de desempleo podría superar el 20% en mayo.

El inicio de abril representó un punto mínimo para la actividad inmobiliaria, de acuerdo con datos de ShowingTime, un proveedor de software para bienes raíces. Al tiempo que ciudades por todo Estados Unidos suspendían labores, las visitas a propiedades en venta programadas en todo el país -una medida de la demanda de los compradores- cayeron 27% al 23 de mayo, de acuerdo con ShowingTime. Mientras tanto, datos de la Asociación de Banqueros Hipotecarios muestran una recuperación reciente en las solicitudes de hipotecas.

Los fabricantes de autos en Estados Unidos reanudaron labores de forma limitada en la mayoría de sus fábricas la semana pasada, aunque enfrentan trastornos en la cadena de suministros.

Gran parte del repunte en la actividad refleja las decisiones de los Estados de empezar a reabrir segmentos de sus economías que habían sido cerrados para evitar que se propagara la infección.

De todos modos, el panorama económico se mantiene sumamente incierto.

El gasto del consumidor brinda la mayoría del combustible para el crecimiento económico de Estados Unidos, al representar alrededor de dos tercios de la producción. Sus perspectivas dependen de si los negocios que recortaron millones de empleos desde mediados de marzo podrán volver a contratar trabajadores a medida que se reabra la economía. La gente es propensa a gastar si tiene un sueldo estable y se siente económicamente segura.

Las recontrataciones, a su vez, dependerán de la rapidez con que reabran los Estados, de si los consumidores se sienten cómodos al aventurarse a salir y de si llega una segunda oleada del virus.

Las pérdidas de empleos con frecuencia persisten durante meses después de que inicia una recuperación. La recesión del 2007 al 2009 terminó en junio del 2009, de acuerdo con la Oficina Nacional de Investigaciones Económicas. Pero la tasa de desempleo no alcanzó su nivel máximo hasta meses después, al situarse en 10% en octubre del 2009, y se mantuvo por encima de 9% durante casi dos años más.

Sin embargo, para la actividad económica en general «estamos viendo algunas señales positivas en el gasto de los hogares, en el mercado inmobiliario y en el mercado bursátil», dijo Constantine Yannelis, economista en la Universidad de Chicago y quien trabajó en el Departamento del Tesoro de la Administración Obama. «Pero no creo que podamos pronosticar si van a continuar y si esto va a ser una recuperación en forma de V o si va a ser una depresión sostenida y prolongada. En realidad, la respuesta a eso va a provenir de la situación en materia de salud».

– Paul Page contribuyó a este artículo.

Edición del artículo original

Fuente: Reforma, Negocios, Mayo 26, 2020