El viaje redondo del índice industrial Dow Jones casi está completo.

A pesar de un tropiezo reciente, el venerable índice bursátil casi ha recuperado todas las pérdidas que sufrió durante la pandemia del coronavirus, un trayecto épico durante uno de los colapsos económicos más catastróficos en la historia de Estados Unidos.

El Dow y el índice de referencia S&P 500 se desplomaron alrededor de 35% en un lapso de seis semanas esta primavera -la caída más rápida jamás registrada de niveles récord a un mercado bajista- al tiempo que la economía se cerraba y el virus se propagaba por Estados Unidos.

Desde entonces, las acciones estadounidenses han registrado una racha ganadora sin precedentes en la era moderna de los mercados financieros.

El Dow se sitúa cerca de su máximo histórico del 12 de febrero, mientras que el índice S&P 500 acaba de montar su repunte de cinco meses más fuerte en más de 80 años.

El trayecto del S&P 500 de máximo histórico a mercado bajista -definido como una caída del 20% o más- y de vuelta a un nuevo récord tomó sólo 126 jornadas de operación, el ascenso más rápido jamás visto. En crisis anteriores que se remontan a 1928, tomó un promedio de más de mil 500 sesiones para que el índice regresará a niveles récord, equivalentes a unos seis años.

La racha alocada de este año es aún más sorprendente teniendo como telón de fondo la recesión y la pandemia que azota a Estados Unidos.

He aquí lo que está impulsando el repunte histórico:

  1. Estímulo de la Fed y el Congreso de EU

Un factor clave que distingue a esta crisis es la respuesta de la Reserva Federal y del Gobierno estadounidense, que fue más rápida y fuerte que nunca antes. La Fed recortó las tasas de interés a casi cero y esbozó planes para extender préstamos de miles de millones de dólares a los mercados. El Gobierno de Estados Unidos envió más de 150 millones de cheques de estímulo a estadounidenses y respaldó alrededor de medio billón de dólares en créditos a negocios pequeños.

La respuesta, junto con lecciones aprendidas de la crisis financiera del 2008, ayudó a estimular la recuperación del mercado accionario.

Muchos inversionistas afirman que la historia les ha enseñado a no apostar en contra de la Fed. Entrar al mercado durante caídas grandes y pequeñas ha sido rentable en los últimos 10 años.

Eso ayudó a hacer que la recuperación del mercado fuera casi tan estremecedora como el desplome.

«Las sacudidas son más violentas», expuso Benjamin Bowler, director de investigación de derivados bursátiles en Bank of America Corp. «Pero las recuperaciones son más violentas también. Todos persiguen las subidas del mercado».

La intervención de la Fed tuvo otro efecto involuntario: a medida que adquiría bonos corporativos y del Tesoro, los rendimientos se vinieron abajo, haciendo que las acciones fueran aún más atractivas.

  1. Expectativas de una fuerte recuperación

Apuntalando el repunte accionario se halla una fe inquebrantable en que la economía estadounidense se recuperará una vez que la pandemia esté bajo control.

Muchos creen que lo peor ha quedado atrás. La actividad manufacturera se aceleró en agosto, las contrataciones se han incrementado durante cuatro meses consecutivos y el gasto del consumidor ha aumentado tras una caída abrupta.

Analistas señalan que el desplome en las utilidades corporativas probablemente ha tocado fondo también. Las ganancias entre las compañías del índice S&P 500 bajaron 32% en el trimestre más reciente, el descenso más pronunciado desde el 2009, de acuerdo con FactSet. Se espera que sigan cayendo durante el resto del año, pero a un ritmo más lento. El año entrante, analistas esperan que las ganancias superen los niveles registrados antes de la pandemia.

  1. El dominio de los colosos tecnológicos

La brecha entre los ganadores y los perdedores del mercado accionario es contundente y creciente. Las potencias tecnológicas se han beneficiado de cambios sociales forzados por la pandemia y son cada vez más influyentes en el mercado.

Una de ellas, Apple Inc., es más grande que mercados globales enteros. Los títulos de Apple se han disparado 57% en el 2020 y recientemente valían más que todas las empresas pequeñas del índice Russell 2000 combinadas, o en el índice FTSE 100, que da seguimiento a las compañías más importantes que cotizan en el London Stock Exchange.

Las cinco compañías más grandes en el S&P 500 -actualmente Apple, Amazon.com Inc., Microsoft Corp., Facebook Inc. y Alphabet Inc., la matriz de Google- recientemente componían alrededor del 23% del índice, la concentración más alta en al menos 30 años, de acuerdo con analistas de Goldman Sachs.

Inversionistas apuestan a que esa influencia crecerá al tiempo que los estadounidenses sigan trabajando desde casa, y haciendo compras y reproduciendo películas en streaming.

  1. El regreso de inversionistas individuales

Es imposible pasar por alto la estampida de inversionistas individuales que entran al mercado bursátil. Durante los primeros seis meses del año, componían alrededor del 20% de la actividad del mercado, casi el doble que en el 2010, reportó Bloomberg Intelligence.

Novatos confinados en casa durante la pandemia abrieron cuentas en corredurías, seducidos por comisiones ínfimas y la posibilidad de beneficiarse de altibajos en las acciones.

El operador de apuestas deportivas DraftKings Inc. ha subido 354% a un precio récord, mientras que la compañía de vuelos espaciales para pasajeros Virgin Galactic Holdings Inc. ha aumentado 51%.

Y por supuesto, allí está Tesla Inc., que ha avanzado 402% este año, convirtiéndose en el fabricante automotriz más valioso del mundo, la octava empresa más grande en el mercado bursátil de Estados Unidos y una de las compañías más controversiales.

  1. La popularidad de operaciones por tendencias

En muchas formas, Tesla personifica el mercado actual, en el que inversionistas minoristas e institucionales han perseguido a compañías que prometen gran crecimiento.

La compañía automotriz se ha vuelto sinónimo del popular trading por tendencia: arrebatar acciones que han subido más rápido y llegado más lejos. Pocas acciones pueden igualar la velocidad con la que se ha disparado Tesla.

Datos de Société Générale SA al mes de junio arrojan que los inversionistas individuales tienden a preferir acciones que han subido más en los últimos tres meses.

Operadores que utilizan la correduría Robinhood Markets Inc. aumentaron drásticamente sus posiciones en esos títulos desde marzo, superando las inversiones en compañías con el peor desempeño en precio.

Muchos inversionistas no sólo están comprando retrocesos pequeños en el mercado accionario o títulos individuales como Tesla. Están en busca de operaciones apalancadas que reditúan ganancias cuando acciones individuales suben rápidamente y, a veces, piden préstamos para apostar en grande.

El volumen de opciones accionarias alcanzó niveles récord este año, y las operaciones que reditúan ganancias si los títulos continúan al alza han sido populares en meses recientes. Estos derivados, conocidos como contratos de compraventa, permiten a los inversionistas meter una pequeña cantidad de dinero para obtener un rendimiento potencialmente rápido y elevado si sus apuestas resultan correctas.

Estas operaciones son cada vez más influyentes en el propio mercado bursátil. Enormes apuestas de opciones colocadas por el gran inversionista SoftBank Group Corp. ayudaron a impulsar la reciente montaña rusa en el mercado, junto con operaciones de inversionistas individuales.

Edición del artículo original

Se levanta

Las recuperaciones más rápidas del S&P 500 después de un mercado bajista.

DÍAS DE NEGOCIACIÓN
Feb. – Ago. 2020 126 días de negociación
Feb. 1966 – May. 1967 310
Dic. 1961 – Sep. 1963 434
Ago. 1987 – Jul. 1989 485

Fuente: Mercado Dow Jones

THE WALL STREET JOURNAL.

Fuente: Reforma, The Wall Street Journal, 17 septiembre, 2020