En el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), que es la mayor asociación mundial de instituciones financieras, estima que el Producto Interno Bruto ( PIB) de México registrará un avance de 4.6% este año.

El pronóstico está casi un punto arriba de la estimación que tenían en diciembre, de 3.8%, cuando esperaban una contracción más aguda de la economía mexicana en el último tramo del año de la pandemia.

Esta proyección se encuentra arriba de la expectativa que tema el Fondo Monetario Internacional (FMI) en enero, de 4.3%; pronóstico que probablemente revisarán al alza este martes y que se encuentra debajo de la estimación oficial revisada, de 5.3% que está incorporada en los Precriterios Generales de Política Económica.

Entrevistado por El Economista, el director de investigación para América Latina en el IIF: Martín Castellano, explica que el arrastre de Estados Unidos, el principal socio de México, explica más de 80% del pronóstico.

El auge de Estados Unidos responde a las políticas expansivas que han aplicado en aquel país y le permitieron salir de la crisis económica desde la última parte del 2020.

Para la economía estadounidense, el IIF estima un crecimiento histórico de 7.5% este mismo año.

El arrastre del principal socio comercial sobre México dependerá de las diferencias en el manejo de las políticas contracíclicas para hacer frente a la pandemia, y es resultado también de las condiciones domésticas mexicanas desde antes del impacto sanitario.

Modesta demanda doméstica El manejo de la economía y de la situación sanitaria ha limitado la posibilidad de que México regrese a niveles prepandemia antes del 2023, estimó Castellanos.

El escenario de mediano plazo no es optimista para México, pues en el momento donde todos los países aplicaron una política contracíclica al estimular la demanda a través de mayor gasto público, México otorgó un estímulo más limitado generando un impacto negativo tanto en el crecimiento y en el sentimiento de los consumidores e inversionistas.

Sin este apoyo, la demanda doméstica seguirá moderada en México, a pesar del impulso que viene desde fuera sobre las manufacturas y el sector industrial vinculado al robusto desempeño de Es tadosUnidos, previo el IIF.

Sin políticas contracíclicas dirigidas por sectores, el turismo tardará en recuperarse y el rebote de la inversión será más moderado que en otros países, pues México no desplegó apoyos frente al choque.

El economista del IIF considera que el deterioro en el clima de negocios ha afectado a la inversión y al componente de la demanda agregada.

«Ahí un canal de transmisión que vemos es que ha determinado las salidas de capital, la disminución en la tenencia de activos por inversionistas en el exterior ha propiciado que el sector financiero local absorba una mayor cantidad de instrumentos, limitando el espacio para apuntalar al sector doméstico».

Una inversión desalentada Lo que hemos visto en años previos a la pandemia, desde el 2018, es un desacople en los dos ciclos económicos, dijo el analista del IIF.

Si bien la correlación industrial entre ambos países es alta y ha ayudado en las manufacturas, tiene cuatro años que que Estados Unidos crece a tasas altas en un desempeño que dejó de ser replicado por México.

Las políticas internas no están sincronizadas.

En el 2018, el crecimiento del  PIB de Estados Unidos fue de 3%, mientras México registró un avance de 2.2 por ciento.

En el 2019, el principal socio comercial consiguió un avance de 2.2% en el  PIB mientras México registró una contracción de 0.1 por ciento.

«El clima de negocios ha tenido un papel fundamental en la inversión», dijo Castellano.

© Las condiciones internas determinan también la demanda doméstica y tienen un gran peso en el crecimiento (…) Y el clima de negocios ha jugado un papel fundamental en la inversión y las expectativas».

Martín Castellano, DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN PARA AMÉ RIOS.

lATINA DEL IIF.

El pronóstico es,ó cas’ un Punto arriba de la estimación que tenían en diciembre, cuando esperaban una contracción más aguda de la economía mexicana en el último tramo del año de la pandemia.

La industria automotriz es una de las que más impulso da a la economía doméstica.

Fuente: El Economista, Información ,Primera Plana ,Yolanda Morales, P1, 05/04/2021