Aunque el efectivo no desaparecerá en 5 o 10 años, el reemplazo cada vez mayor de dinero físico por pagos y carteras electrónicas afectará el modelo de negocio de bancos y operadores rezagados.

Standard and Poor’s (S&P) señala en un análisis que a raíz del Covid, personas, empresas, reguladores y organismos de Gobierno están cada vez más familiarizadas con métodos de pago distintos al tradicional.

Los pagos minoristas digitales evolucionarán muy rápido impulsados por las Fintech, BigTech y planes de gobiernos y reguladores para promover monedas digitales de los bancos centrales.

«En la próxima década, los bancos digitalmente rezagados sufrirán. Se espera que esta tendencia afecte los modelos de negocio de los bancos a medida que se adapten al nuevo ecosistema.

«Creemos que las sociedades sin efectivo harán que los negocios sean cada vez más difíciles para los operadores que están rezagados digitalmente», dice S&P en un comentario sobre banca y cómo las carteras digitales reemplazarán el uso de dinero en efectivo.

La calificadora considera que la transición al dinero digital y la capacidad de los bancos tradicionales para ajustarse o su falta de respuesta podría afectar la competitividad de la banca, a medida que se intensifica la competencia por ingresos.

Los bancos que estén mejor posicionados para adoptar pagos digitales se beneficiarán en su posición comercial dándoles una ventaja competitiva.

Pero esto requerirá inversiones en infraestructura y procesos bancarios para atender a los clientes corporativos a través de plataformas unificadas de gestión de efectivo digital, abundó.

Algunas instituciones pueden centrarse en lo que hacen mejor y subcontratar su ecosistema de pagos a terceros.

Los bancos con estrategias centradas en la nube podrían subcontratar plataformas de pago mediante soluciones de «pagos como servicio».

Fuente: Reforma, Negocios, 22 de junio, 2021