El banco central de México redujo su pronóstico debido a la continuación de la debilidad de la actividad económica desde el cuarto trimestre de 2023.

El Banco de México (Banxico) prevé que, para 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) del país sea 2.4 por ciento, menor en 0.4% a la estimación previa, mientras que la meta de 3 por ciento en inflación enfrenta dificultades, estacionándose en ‘etapa compleja’.

Explicó que tal modificación en el pronóstico del PIB se debió a la prolongación de la debilidad de la actividad económica del último trimestre del año pasado hacia principios de 2024, ocasionando que el crecimiento en el primer trimestre del año sea menor al previsto.

Banxico analiza economía nacional
Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banxico, comentó que se espera que la actividad productiva tome ritmo de crecimiento más dinámico en el resto del año. Señaló:

“Para 2024 se mantiene la expectativa de que el mayor gasto público en relación con el año previo dé impulso al gasto interno en general en los próximos meses, tomando en cuenta tanto los efectos directos como los de derrama hacia el consumo e inversión privados. El crecimiento de la segunda mitad del año sería más moderado que el del segundo trimestre, de acuerdo con la evolución observada en años electorales previos”.

El Banxico informó que existe una elevada incertidumbre sobre la magnitud de posibles efectos del gasto público sobre el desempeño de la economía en general; para 2024, anticipan una desaceleración respecto a este ejercicio, que se explicaría por un menor impulso del gasto interno.

Rodríguez Ceja explicó que esto se compensa parcialmente por el mayor crecimiento esperado de la producción industrial en Estados Unidos respecto del año anterior, beneficiando la demanda externa del país. Indicó:

“Se espera que a lo largo del horizonte de pronóstico el proceso de relocalización de empresas aporte cierto impulso a la actividad económica nacional, aunque se mantiene incertidumbre respecto de su magnitud y efectos”.

La inflación, según el Banxico
La gobernadora señaló que tal panorama podría calibrarse acorde a las presiones que ahora se enfrentan, así como al comportamiento esperado de la inflación hacia delante para conducirla a su meta. En la presentación de resultados del primer trimestre de 2024, dijo:

“Desde los niveles máximos que alcanzamos en la inflación hace casi dos años, en agosto 2022, de 8.7 por ciento, hay mejoras, pero la convergencia a la meta de 3 por ciento enfrenta dificultades. También considero prudente mantener una toma de decisiones graduales que nos permitan contar con más información e ir evaluando avances en el proceso desinflacionario  en cada de una de nuestras decisiones hacia delante, y considero tener un enfoque basado el comportamiento de los datos en cada decisión”.
El Banxico señaló que, por afectaciones de choques referidos, la inflación mostró marcada tendencia ascendente. Ante ello, desde mediados de 2021, se incrementó la tasa de referencia. Explicó:

“Conforme el panorama se fue tornando más complejo, aumentó la magnitud de incrementos en tasa de referencia de 25 a 50 puntos base en diciembre de 2021, y de 50 a 75 puntos base en junio de 2022. Posteriormente, a finales de ese año, choques inflacionarios se mitigaron. Ello, junto con la postura monetaria alcanzada, contribuyó a que iniciara una fase de desinflación”.

En ese contexto, el Banxico moderó la magnitud de los ajustes al alza en la tasa de política y en la reunión de marzo de 2023: la fijó en 11.25 por ciento después de aumentar la tasa en 15 reuniones consecutivas, acumulando 725 puntos base de incrementos; la mantuvo sin cambios en dicho nivel a lo largo de un año.

Se espera que en próximos trimestres la inflación siga avanzando; en este sentido, se ponderará el nivel de restricción monetaria con la evolución de la inflación y de sus componentes, así como de sus perspectivas.

Recordó que mantiene vigentes los pronósticos para la inflación general y subyacente dados a conocer en el Anuncio de Política Monetaria del 9 de mayo, y concluyó:

“Esto requiere dar seguimiento a una amplia gama de variables económicas y financieras, tanto internas como externas, muchas de carácter prospectivo, además de tendencias que marcan indicadores. Las decisiones que en su momento se tomen, dependerán del panorama inflacionario. Como en el Informe anterior, se anticipa que ambas variables exhiban una trayectoria descendente a lo largo del horizonte de pronóstico, si bien ahora de manera más gradual”.

Fuente: Milenio.com