Proponen un nuevo modelo económico inclusivo que integra la sostenibilidad en la planeación de las empresas, con la finalidad de mitigar riesgos, fomentar la innovación significativa y obtener un crecimiento empresarial a largo plazo

En la vanguardia de las conversaciones globales, la integración de prácticas sostenibles en el sector corporativo se ha vuelto indispensable. La actual agenda global enfocada en el desarrollo sostenible, junto con el cambio climático y la conservación de la biodiversidad, demanda una movilización concertada de capital hacia estrategias de negocios y procesos industriales que contemplen impactos ambientales, sociales y de gobernanza (ASG).

Todos los actores de la economía están recalibrando sus estrategias para incorporar criterios ASG en sus decisiones de operación. Esta transformación no es sólo una respuesta a regulaciones más estrictas, sino también a una creciente demanda del mercado que busca sostenibilidad y responsabilidad empresarial.

En entrevista con El Economista, Ángel García-Lascurain Valero, Socio Director de AMCG/Tantum y vicepresidente Nacional de Emprendimiento e Innovación de Coparmex, comentó ya el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) ha destacado los principales riesgos globales para la próxima década, enfocándose en el calentamiento global y sus secuelas. “Los eventos climáticos extremos, la pérdida de biodiversidad, la escasez de recursos como el agua y la contaminación, amenazan con reconfigurar marcadamente nuestro entorno económico y social”.

Dijo que, bajo una perspectiva a más largo plazo, el WEF alerta sobre la continuidad y agravamiento de los dos riesgos anteriores y añade otros: la pérdida de la biodiversidad y el colapso de diferentes ecosistemas, la escasez de recursos naturales (como por ejemplo el agua) y el cambio de diversos ciclos naturales con impactos aún por definir.

Calentamiento Global

Visto desde una perspectiva empresarial, los eventos anteriores tienen un impacto directo sobre los entornos de negocios, ya sea por la vía de los patrones de consumo y las decisiones de los clientes, tanto en la gestión estratégica de las empresas”, comentó García-Lascurain.

Explicó que las empresas pueden enfrentar nuevos costos para adaptarse, incluyendo inversiones en infraestructura resistente al clima, tecnologías limpias y programas de conservación, así como cambios en la oferta de productos y servicios para adaptarlos a un mercado cada vez más consciente de los riesgos climáticos.

“Los eventos climáticos extremos también pueden interrumpir las cadenas de suministro, afectando la producción y el transporte de bienes y servicios, lo que podría afectar el comercio internacional y en la economía global por la vía de la inflación. Otros impactos podrían darse a través de pérdidas económicas derivadas de desastres naturales relacionados con el clima, lo que también incidiría sobre los mercados financieros y al sector asegurador”.

Consideró que las empresas necesitan reflexionar y analizar su entorno de negocios a la luz de estos factores y para identificar los temas de sustentabilidad más relevantes para la organización y sus partes interesadas a través de un análisis de materialidad que puedan llevar a la definición de objetivos estratégicos gestionables.

Nuevo modelo económico

El directivo dijo que existe una tendencia internacional tanto en medios académicos como institucionales para impulsar un modelo económica basado en la economía de mercado, pero con un importante enfoque social, que impulse un crecimiento económico más elevado y sostenible, pero con un avance social contundente, que amplíe las oportunidades y reduzca las desigualdades.

“En México, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha integrado una propuesta de modelo de Modelo de Desarrollo Inclusivo para México, el cual está construido sobre tres pilares estratégicos: Estado Democrático y de Derecho, Desarrollo Inclusivo y Sostenible y Políticas Económicas de Mercado Solidarias. En el segundo pilar (Desarrollo Inclusivo y Sostenible) está incluido el impulso al desarrollo sustentable, con el cuidado del medio ambiente y el impulso a una economía regenerativa y sostenible.

“También en el tercer pilar de Políticas Económicas de Mercado Solidarias de destaca el impulso a la innovación y al emprendimiento de manera sustentable y, de forma muy destacada, la importancia de la empresa solidaria, donde las empresas actúan con un propósito mayor, gestionadas con un enfoque de valores compartidos entre clientes, empleados, proveedores, inversionistas, la sociedad y el medio ambiente”, dijo.

Rendimiento empresarial

Ángel García-Lascurain consideró que la medición del éxito empresarial está pasando también por un proceso de redefinición, en el contexto de esta transformación global hacia una economía más inclusiva y sostenible.

“Se ha venido consolidando un enfoque de triple medición, donde se impulsa el éxito financiero de las empresas, sin ingresos y utilidades las empresas no tienen sostenibilidad en el tiempo, pero también la medición de su impacto ambiental y su contribución social. Lo anterior es un tema de liderazgo consciente de los empresarios, pero también está cada vez más presente en sus modelos de negocio y en sus estrategias.

Insistió en que los consumidores, especialmente los jóvenes, se enfocan cada vez más en empresas que son social y ambientalmente responsables, “prefieren trabajar en ellas y consumir sus productos. Los bancos también ya han identificado esa tendencia y comienzan a proliferar productos financieros con mejores condiciones para empresas que son social y ambientalmente responsables, porque son más sólidas y tienen menos riesgos”.

Integrar la sustentabilidad

Ángel García-Lascurain mencionó que para Integrar la sustentabilidad en la planeación estratégica no solo es beneficioso desde un punto de vista ético y moral, sino que también puede generar ventajas competitivas significativas y contribuir a un crecimiento sostenible de las empresas a largo plazo, entre ellas:

  • Aumenta la resiliencia a largo plazo.
  • Se impulsa la innovación.
  • Eleva la eficiencia operativa.
  • Contribuye a mejorar la reputación y la marca.
  • Cumplimiento normativo y reducción de riesgos legales.
  • Contribuye a fortalecer la atracción y la retención de talento.

Dijo que para lograr el desarrollo de estrategias sustentables, se requiere:

  • Compromiso de la alta dirección.
  • Análisis de materialidad.
  • Integración en los procesos de toma de decisiones.
  • Establecimiento de metas y métricas.
  • Involucramiento de las partes interesadas.
  • Capacitación y sensibilización.
  • Integración en la cadena de valor.
  • Monitoreo y reporte.

“La sostenibilidad no es una opción ética, es una necesidad estratégica que potencia el crecimiento a largo plazo de las empresas. Al adoptar un enfoque integrado que equilibra los beneficios financieros con los impactos ambientales y sociales, las empresas contribuyen activamente a la construcción de un futuro más sostenible para todos”, concluyó.

Fuente: Eleconomista.com.mx