El marketing olfativo evoca emociones, recuerdos y estados de ánimo, lo cual permite aumentar las venta.

Una de las estrategias para lograrlo es el marketing olfativo, que consiste en un aroma característico del negocio.

La idea es que se evoquen emociones, recuerdos y estados de ánimo, para hacer esa conexión emocional entre el cliente, la marca y el servicio o producto que se ofrece”, comentó en entrevista Patricia García Aragón, CEO de Desértika SPA.

En ello coincide Sofia Escamilla, gerente de The Body Shop México, quien dijo que los negocios físicos requieren “crear una conexión emocional con los clientes y hacer que haya magia en las tiendas todos los días”.

Esto es posible por medio de experiencias sensoriales, pues el aroma en la tienda genera una conexión emocional y el olfato es el sentido que tiene mayor unión con los recuerdos.

Aromas personalizados

Patricia García precisó en que la fragancia debe ser personalizada y única, que represente la identidad de la marca y cree una conexión atractiva y fácil de recordar.

Cuando el aroma representa esa identidad, en automático el cliente asocia ese aroma con la marca y eso lleva a que haya un mejor recuerdo”.

Si esto se combina con una integración sensorial como: música, iluminación y decoración apropiada, la experiencia mejora y se vuelve multisensorial.

Tanto Desértika SPA como The Body Shop han puesto en práctica el marketing olfativo. En la primera tienda los usuarios que entran encuentran un aroma fresco, que les permite relajarse, mientras que, en la segunda, los clientes perciben la fragancia al pasar frente a la sucursal y cuando entran viven experiencias sensoriales, como el lavado de manos con jabón exfoliante con agradable aroma.

Estas experiencias hacen que el consumidor compre productos, que probablemente no conocía, o que regresen por una nueva experiencia.