El país ha logrado estabilizar el costo ambiental derivado de las actividades productivas, sin embargo, éste sigue siendo superior a lo que crece la propia
economía, y también es mayor a lo que el país gasta para proteger el medio ambiente.
Así lo reveló el Inegi en sus Cuentas Económicas y Ecológicas, que señalan que en 2023 el costo por agotamiento y degradación ambiental ascendió a 1.3 billones de pesos.
4.2% del Producto Interno Bruto ( PIB). cifra ligeramente inferior al 4.3% del año anterior. y que se ha mantenido estable en los últimos años.
Sin embargo, esta tasa fue superior al 3.3% de crecimiento económico que experimentó el país en el mencionado año, al igual que mayor que el gasto de 0.7% del PIB que destinó el sector público para la protección del medio ambiente.
«Derivado de la actividad económica y su relación con el uso de recursos naturales, el impacto ambiental mantiene un vínculo con la producción y el consumo.
Sin embargo, a lo largo del tiempo, se observa una disociación o desacoplamiento entre la actividad humana (producción y consumo) y las externalidades negativas que esta ocasiona al ambiente», expresó el Inegi en su reporte.
Las cifras históricas muestran que cuando se compara el nivel del PIB respecto del nivel de los costos ambientales derivado de las actividades productivas, desde 2003 estos costos se han multiplicado casi por cuatro, mientras que el PIB sólo 2.6.
Esto significa que medido a través de un índice y por el crecimiento de ambas variables, hoy los costos ambientales son cerca de 50% más altos que el PIB respecto de labrecha observada hace 20 años.
Fuente: Excélsior, Información ,Dinero ,Paulo Cantillo, P26, 03/12/2024