La pandemia obligó, primero, a detener muchas tareas cotidianas y, posteriormente, a limitarlas al máximo, lo cual llevó a repensarla. Con las oficinas y centros comerciales cerrados, actividades que ya existían, como el home office y el comercio electrónico, tuvieron una aceleración sin precedentes, llegando a mayor cantidad de personas y, sobre todo, demostrando que son opciones viables gracias, entre otras cosas, a los avances tecnológicos actuales.

Sin embargo, todo parece indicar que, como sucede en estos casos, las nuevas tendencias no sustituirán del todo a las oficinas y centros comerciales, sino que solamente cambiarán las formas en las que se ocupan los espacios físicos y se realizan las actividades.

YA NO SERÁN COMO ANTES Hoy quedó demostrado que el trabajo es una actividad y no un lugar, por lo que muchas tareas se pueden efectuar, literalmente, desde cualquier parte del mundo.

Pero eso no quiere decir que desaparezcan los espacios en donde confluyan las personas para llevar a cabo alguna actividad específica.

«El teletrabajo es una alternativa y una opción conveniente en términos económicos, administrativamente eficiente, técnicamente factible, beneficiosa en lo personal y aceptable desde el punto de vista social», indica Sebastián Fleisman, consultor en Excelencia Operativay Transformación Organizacional de Baufest, compañía especializada en servicios de tecnología de la información.

«La era de las oficinas convencionales llegará a su fin porque el espíritu de los tiempos marca una nueva dirección, encaminada por la pandemia, que obligó a las empresas a adoptar el trabajo remoto, una modalidad que, para muchas de ellas, llegó para quedarse, con vacuna o sin ella», advierte.

Así que hoy las empresas deberán pensar en nuevos modelos para gestionar a sus colaboradores, aunque los espacios físicos que los retinan difícilmente desaparecerán.

«Las oficinas, como tal, es probable que no desaparezcan.

Sin embargo, quizá sea cada vez más común un sistema híbrido que permita seguir haciendo home office y que haya espacios corporativos mejor aprovechados», considera Daniel Narváez, director de Mercadotecnia y Comunicación de Lamudi.

Otras modalidades, como el coworking, también se tendrán que adaptar a las nuevas necesidades.

«Más allá de las medidas sanitarias, los espacios entre las personas en zonas compartidas, tales como comedores, elevadores, baños o salas de juntas, necesitarán un mayor control para tratar de mitigar el riesgo de contagio», asegura Narváez.

Pero las oficinas seguirán siendo un buen negocio a pesar de que, inclusive, ya se venían registrando cambios importantes en ese sector desde antes de la emergencia sanitaria.

«En los últimos meses de 2019 y los primeros de 2020 empezamos a ver tasas de disponibilidad por arriba del 15% en algunos submercados de la Ciudad de México, como el corredor norte, para edificios A+ y A, en donde ya teníamos una disponibilidad del 35%.

Eso es muy grave para el sector», alerta José Carlos Alemán, CEO de la consultora de mercado SiiLA.

El sector de oficinas se considera sano y con buena dinámica si presenta una tasa de disponibilidad (es decir, oferta de espacios) de entre el 10 y 15%, explica el directivo.

En México, ya estaba llegando al 16% en algunos casos.

«Por ejemplo, el distrito financiero de la Ciudad de México (Polanco, Reformay Lomas-Palmas), históricamente, se había comportado muy bien, con tasas de disponibilidad del 10% en los ocho trimestres más recientes.

Pero la pandemia impulsó esa tasa hasta el 13% al cierre del año pasado, lo que representa varios metros cuadrados desocupados, más los que se vienen a futuro», comenta Alemán.

Físicamente los espacios, de manera inevitable, se contraerán y reconfigurarán, porque las empresas ya detectaron que los modelos híbridos funcionan, opina el entrevistado.

Así, es probable que los grandes despachos se conviertan en áreas de uso común y que los empleados únicamente asistan a las oficinas a actividades específicas, como una junta o para aprovechar servicios como Internet más veloz que el que tienen contratado en casa.

«La pandemia nos obligó a hacer la prueba piloto más grande del mundo y nos dimos cuenta que somos eficientes desde el hogar.

Aunque las oficinas no van a desaparecer, sí tendremos que crear un sistema híbrido que obligue a no pagar tanto por metro cuadrado, lo cual generará un ahorro y un flujo que, quizá, se podría poner a disposición de los colaboradores en sus viviendas para pagar el Internet o comprar una buena silla», sugiere Alemán.

APROVECHAR PARA EVOLUCIONAR En cuanto a los centros comerciales, el cierre de estos negocios en diferentes momentos de la crisis sanitaria modificó la manera de comprar de muchos.

Y si bien han abierto paulatinamente, parece que algunas costumbres llegaron para quedarse, como comprar en línea.

«Asistir a un centro comercial lleno de personas caminando para adquirir lo necesario e innecesario no será fácil en los próximos meses.

El cierre de las tiendas físicas nos ha impulsado a comprar en línea cuando antes no lo hacíamos», apunta Francisco Rodríguez, director de Crecimiento de la fintech Albo.

«Una vez que se acostumbren a hacer el shopping por Internet, habrá un estado híbrido entre lo online y lo tradicional», asegura.

En ese sentido, un estudio de Deloitte Consulting México reveló que la elección entre presencial y en línea dependerá de lo que quieran adquirir los consumidores.

Por ejemplo, durante la pandemia, los libros (45%), dispositivos electrónicos (35%) y comida para llevar (35%) mostraron mayor intención de compra en línea.

En tanto que los artículos domésticos y abarrotes reflejaron una menor intención de compra online.

Así que la omnicanalidad (es decir, la opción de buscar, comprar y pagar por productos y servicios a través de múltiples canales que puedan usarse indistintamente) será lo que prevalezca en los próximos meses.

A pesar de eso, los centros comerciales se mantendrían vigentes pues las personas siguen viendo en ellos puntos de reunión y existe la necesidad de ver y tocar el producto que se piensa adquirir.

Lo que sí cambiará serán los locales de los negocios que hay dentro.

«Las ‘megatiendas* con tres mil metros cuadrados de piso de venta, los cuales son muy caros, se darán cuenta que con mil 500 metros cuadrados es suficiente para el negocio y, quizá, el resto de la mercancía lo podrán tener en un centro de distribución para el comercio electrónico en el que no estén pagando altos precios como los que hay en lugares como Perisur.

«Por ejemplo, los formatos de algunas tiendas tenderán a disminuir y los restaurantes deberán contar con más espacios abiertos y mayor ventilación», expone Jorge Lizan, director general de la consultora Lizan Retail Advisors.

El consultor especializado en la industria del retail sostiene que los centros comerciales y los negocios que hay en ellas evolucionan constantemente, por lo cual es normal que los grandes malls que se construyen en la actualidad son muy diferentes a los que se erigieron en los años sesenta y que, de manera constante, se abran y cierren tiendas dentro de ellos.

«Con la pandemia, todos los retailers fueron impactados: algunos hacia arriba y otros hacia abajo, aunque la mayoría fue hacia abajo.

Pero también sirvió como una llamada de atención para la industria, la cual estaba siendo poco eficiente en sus operaciones», advierte Lizan vía Zoom desde Nueva York, Estados Unidos.

«Entonces, esta contingencia le sirvió a muchos operadores para desarrollar nuevos modelos de atención que son más eficientes.

Obviamente, han bajado costos e incrementado su productividad.

Y si mantienen todo esto, las operaciones del retail van a ser ‘un Ferrari’ de aquí en adelante», vaticina Así, los lugares a los que las personas irán a trabajar en los próximos años no desaparecerán, simplemente vivirán una transformación para adaptarse a los nuevos tiempos.

¿ Sí vamos a seguir necesitando estos centros de trabajo a los cuales vayamos para tener reuniones y contemos con servicios para laborar.

No obstante, la lógica de la inversión para comprarlos o rentarlos tendrá que cambiar» José Carlos Alemán, CEO de la consultora de mercado SULA.

Los centros comerciales no van a desaparecer, ya que forman parte de la vida social y cotidiana de muchos mexicanos» Jorge Lizan, director general de la consultora Lizan Retail Advisors (LRA).

6.2% fue la caída en las ventas de la  Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales ( Antad) a lo largo de diciembre de 2020.

2.5% fue la contracción anual del precio de las oficinas en la Ciudad de México registrada en febrero.

1% aumentó el precio del corredor Lomas-Palmas, localizado en la Ciudad de México, durante febrero.

Fuente: Solili Giro inesperado Antes de la pandemia de covid-19, en la Ciudad de México había proyectos de oficinas en construcción de alrededor de 600 mil metros cuadrados para inmuebles A+ y A para los siguientes siete trimestres.

Sin embargo, la desocupación fue de 400 mil metros cuadrados al final del año pasado.

Así que hoy existen casi un millón de metros cuadrados de oficinas en el mercado.

Fuente: El Universal, Información ,Suplementos ,Carlos Tomasini, P42, 26/03/2021