El sexenio que termina se caracterizó por dejar una tasa de desempleo baja (3.2 por ciento), pero las plazas laborales generadas tienen en común una mala remuneración salarial y la falta de estabilidad.
Parte del legado de Enrique Peña Nieto será que un 60 por ciento de los trabajadores asalariados viven en condiciones de precariedad debido a que carecen de seguridad social, prestaciones de ley y algunos tienen que buscar dos empleos o más para completar el salario.
«En el sexenio de Peña Nieto se crearon empleos en mayor precariedad por condición salarial y se perdieron trabajos mejor remunerados», señaló Miguel Reyes, del Observatorio de Salarios.
Casi un millón y medio más de trabajadores, respecto al inicio de la Administración, perciben hoy en día un salario mínimo y, más de 3 millones de trabajadores asalariados adicionales reciben un pago por su capacidad de trabajo de 1 a 2 salarios mínimos, señaló.
El Observatorio de Salarios afirmó que los empleados en condiciones de precariedad salarial, cuya remuneración promedio es de 3 mil 545 pesos al mes, laboran en la industria manufacturera, la construcción, el comercio, los servicios y el sector primario.
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) coincidió en que es claro que no se han creado empleos de calidad.
E indicó que es necesario mejorar las condiciones laborales a través de empleos mejor pagados, lo que contribuye en mayor medida a reducir los niveles de pobreza de las familias mexicanas, sostuvo, por su parte, el organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
«La mayor parte de la creación de nuevos puestos de trabajo se sigue concentrando en los niveles salariales más bajos y un elevado porcentaje aún labora sin acceso a servicios de salud.
«Es por ello que los esfuerzos se deben centrar en el estímulo de la inversión productiva que propicie un incremento importante en el acervo de capital, con la posibilidad de ampliar las fuentes de trabajo con mejores condiciones», consideró.
El CCE señaló que el próximo Gobierno tiene la misión de lograr un mayor ritmo de crecimiento y para hacerlo realidad es necesario crear un ambiente idóneo para las inversiones.
Para Abraham Vergara, experto de la Universidad Iberoamericana, si bien el Gobierno federal informó que llegó a la meta de creación de 4 millones de empleos, éstos no son nuevos, sino que muchos de ellos se deben a programas de formalización. Además, subrayó que estas plazas nacen «empobrecidas».
«Desafortunadamente sus plazas creadas, que tanto nos presumen, son plazas con salarios muy pequeños.
«Hay algunas industrias que son las que más crearon este tipo de plazas, que tienen que ver con manufactura, industria de la transformación, industrias extractivas, construcción y eléctrica», mencionó.
Además, consideró que el nuevo Gobierno tendrá como una herencia un alto nivel de informalidad, con una tasa de 55 por ciento.
«Estamos viendo que una misma persona tiene dos y hasta tres trabajos para poder llevar el pan a la casa», comentó.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, 29 de Noviembre, 2018