Durante el Quinto Congreso Nacional Extraordinario de Morena, Andrés Manuel López Obrador expresó que la emisión de facturas falsas se sumará a la lista de delitos graves, la cual está compuesta por el robo de presupuesto, el robo de gasolinas y energéticos, así como el fraude electoral.
«Se creará la Secretaría de Seguridad Pública; se contará, desde antes del 1 de diciembre, con el fiscal general, el fiscal anticorrupción el fiscal electoral al mismo tiempo que se elaboran las iniciativas de ley para hacer una política de Estado de austeridad republicana; convertir en delito grave sin derecho a fianza el robo de presupuesto, de los energéticos, la emisión de facturas falsas y el fraude electoral», declaró.
Las facturas apócrifas son emitidas por Empresas Facturadoras de Operaciones Simuladas (EFOS), las cuales facturan operaciones, compras o servicios que no se llevaron a cabo; es decir, simulan que los contribuyentes a quienes expiden el comprobante son sus clientes.
«La intención de estas empresas fantasma es convencer a los contribuyentes de que, al comprar estas facturas, reducirán el monto del pago de sus impuestos a cambio de pagarles una comisión, que regularmente atiende aun porcentaje del monto del Comprobante Fiscal Digital por Internet (CFDI)», alertó la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon) meses atrás.
Los contribuyentes que compren dichas facturas se convierten en Empresas que Deducen Operaciones Simuladas; es decir, simulan un aumento en sus gastos de operación para pagar menos impuestos al deducir esos CFDI, lo que los hace partícipes de operaciones fraudulentas.
Desde el 2014, con la reforma fiscal, el Servicio de Administración Tributaria publica en su sitio de Internet los nombres de los EFOS, así como de quienes compran las facturas de éstos.
No existe una cifra exacta de cuánto pierde el fisco por dichas facturas.
(Fuente: El Economista, Información ,Primera Plana ,Belén Saldívar, P1, 20/08/2018)