Los grandes productores y usuarios de envases de plástico están apostando a una tecnología de reciclaje que tiene décadas sin poder despegar, al tiempo que una reacción negativa del público y nuevas reglas los presionan a buscar maneras de reducir los desechos y las emisiones de gas invernadero vinculados al plástico.
Fabricantes de plástico como BP PLC y Dow Inc., y usuarios de envases como Coca-Cola Co., Danone SA y Unilever PLC, están poniendo a prueba o invirtiendo decenas de millones de dólares en la tecnología, llamada reciclaje químico.
El proceso utiliza químicos o calor para descomponer el plástico para que pueda ser convertido en plástico nuevo y limpio una y otra vez, preservando al mismo tiempo la calidad, un Santo Grial para la industria.
Ésta es una mejora importante sobre el reciclaje mecánico existente -en el que el plástico es cortado en tiras, lavado y derretido- donde la calidad disminuye con el tiempo. El material procesado de esta forma puede ser reciclado sólo unas cuantas veces, en su mayoría para crear productos de menor calidad, antes de terminar en vertederos o incineradores.
«Vemos el reciclaje químico como un parteaguas», dijo Robert Dudley, director general de BP, a inversionistas este año. El coloso energético, que produce un ingrediente clave del plástico, planea abrir una planta piloto de 25 millones de dólares en Illinois el año entrante para demostrar su tecnología.
El reciclaje químico ha existido desde los 50, pero los altos costos y una falta de demanda no lo hacían económicamente viable.
Las compañías están recurriendo a él hoy, en parte por la necesidad de buscar más material reciclado para anticipar o cumplir con normas que buscan reducir emisiones y desechos.
Las compañías de bebidas están particularmente bajo presión, tras una directriz de la Unión Europea de que las botellas de plástico usen 30% de plástico reciclado a partir del 2030. Reino Unido planea empezar a gravar los envases de plástico que tengan menos de 30% de contenido reciclado en el 2022.
Diversas tecnologías de reciclaje compiten por inversiones, pero todas enfrentan obstáculos. Algunas sólo pueden manejar PET, el plástico omnipresente en botellas de agua y refresco. El impacto ambiental de muchas tecnologías sigue siendo poco claro, mientras que obtener un suministro constante de material para reciclar presenta un reto importante.
Algunos inversionistas afirman que el reciclaje químico podría mejorar el índice total de reciclaje porque puede manejar plástico que los métodos tradicionales no pueden, como charolas negras de comida, botellas de shampoo de colores, botellas pegajosas de catsup y ropa y tapetes de poliéster.
Sólo el 9% de los desechos de plástico generados hasta la fecha han sido reciclados, reportó un estudio del 2017 de la revista Science Advances. Esto se debe en gran medida a mala recolección y clasificación, pero en parte es porque el reciclaje mecánico no se ha mantenido a la par de nuevas variedades de envases de plástico.
«No había habido un esfuerzo ni presión de políticas públicas para aumentar las tasas de reciclaje, nada parecido a lo que hay hoy», comentó Tim Boven, quien trabaja en aumentar el contenido reciclado en los envases de plástico de Dow. «La situación no es muy diferente al recorrido que hemos hecho con la energía renovable».
Dow tiene un acuerdo de suministro con Fuenix Ecogy Group, una startup holandesa que usa calor para descomponer los polímeros en el plástico.
Coca-Cola también está contando con el reciclaje químico para cumplir su promesa de usar contenido al menos 50% reciclado en sus envases para el 2030, comparado con el 30% hoy.
«Necesitamos que funcione al 100%», dijo Scott Pearson, director de ingeniería de investigación y desarrollo del coloso de las bebidas. «El reciclaje mecánico por sí solo no nos va a llevar allí».
Coca-Cola está asesorando a la startup suiza gr3n, que echa mano de radiación de microondas para acelerar el proceso de descomposición del PET. También ha invertido en Ioniqa Technologies, que sumerge el PET en una solución para disolver la estructura molecular.
Unilever también ha financiado a Ioniqa -que inauguró una planta este verano- y realizó pruebas a su plástico en botellas de mayonesa Hellmann’s.
Danone SA, el productor de agua Evian, y PepsiCo Inc. tienen tratos con el proveedor Loop Industries Inc., una startup canadiense cuya tecnología hace ingeniería inversa al plástico PET para llevarlo a sus bloques de construcción originales.
«De momento, nos preocupa porque todos vamos detrás de la curva en esta cuestión, así que necesitamos ponernos al corriente», señaló Roberto Vanin, director de investigación y desarrollo de Suntory Beverage and Food Europe. El propietario de Orangina está ayudando a financiar Carbios, una compañía francesa que utiliza enzimas para descomponer el plástico. Nestlé SA, PepsiCo y L’Oréal SA también están involucradas.
Algunas tecnologías de reciclaje químico van dirigidas a abordar el plástico omnipresente en productos como recipientes de comidas de microondas, plástico de burbujas y botellas de detergente para ropa, o lidiar con películas y plásticos mixtos.
Los enlaces más resistentes en ese plástico requieren temperaturas de hasta mil grados centígrados en la ausencia de oxígeno para descomponerse. Eso produce un aceite que puede ser convertido en plástico nuevo.
Sin embargo, los procesos impulsados por calor consumen mucha energía, de acuerdo con el consultor de la industria del reciclaje Axion Ltd., que agrega que el impacto ambiental total del reciclaje químico aún no está bien definido.
Y no todos creen que el reciclaje químico vaya a despegar.
«Cada tres a cinco años, escucho que el reciclaje químico está disponible ahora, pero nadie está operando unas instalaciones comercialmente viables», indicó Richard Kirkman, director de tecnología e innovación en la unidad británica de Veolia Environnement SA.
La compañía de manejo de desechos ha estado invirtiendo en mejorar la recolección y clasificación para sus plantas de reciclaje existentes. «Es una respuesta potencial, mientras que el reciclaje mecánico es una respuesta real».
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Fuente: Reforma Negocios, Diciembre 10, 2019.