Sí se verá una afectación para fabricantes nacionales, asegura; la medida atenta contra planta productiva siderúrgica, apunta Concamin. Los aranceles al acero y el aluminio impuestos por Estados Unidos afectarán a los consumidores de ese país, no a los de México; no obstante, sí será algo negativo para los productores nacionales, indicó el subsecretario de Hacienda, Miguel Messmacher.
«Las presiones inflacionarias realmente serán para la economía estadunidense, no para la mexicana; entonces lo que ellos quizá pudieran llegar a tener es una afectación en cuanto a los precios, debido a los aranceles», dijo el subsecretario en entrevista en la 81 Convención Bancada.
Aclaró que de tales aranceles quedaron exentos México y Canadá y explicó que si bien no generarían un proceso inflacionario en el país, se tiene que cuidar que se mantengan para no dañar a productores mexicanos, pues ellos sí se verían afectados.
Al preguntarle si la retórica proteccionista del presidente estadunidense afecta las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), Messmacher señaló que es un proceso que aún se está dando; hay avances importantes en la modernización, «y nosotros seguiremos en ese proceso», dijo.
Respecto a si será relevante que las renegociaciones del TLC se terminen antes de las elecciones, detalló que trabajan en un proceso que toma tiempo, pero seguirán en la mesa en busca de soluciones, aunque los tiempos exactos no los conocen», puntualizó.
En tanto, para la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) no es una buena señal la imposición de aranceles al acero y el aluminio decretada por su principal socio comercial, justo cuando se negocia la modernización del TLC.
En el número de marzo de Pulso industrial, Manuel Herrera Vega, presidente del organismo, señaló que los aranceles atenían contra la modernización y competitividad de la planta productiva del país.
A lo debemos permitir que la economía mexicana se convierta en rehén del proteccionismo procedente del norte de nuestra frontera, de la incertidumbre del proceso electoral o de la modernización del TLC», dije Recordó que la reciente medida, junto con los aranceles a paneles solares y lavadoras decretados en enero, han creado un ambiente tenso en materia comercial.
Indicó que las primeras reacciones de los mercados financieros ante el anuncio de impuestos al acero y aluminio, materias primas indispensables para diversas manufacturas, fueron de rechazo, así como de los proveedores de ambos metales.
Añadió que las declaraciones realizadas por Canadá, la Unión Europea y China, entre otros, precisando que aplicarán medidas compensatorias a las importaciones procedentes EU, enmarcan un escenario de confrontación comercial.
Superávit primario A pocos meses de que concluya el sexenio, el subsecretario de Hacienda afirmó que «sin lugar a dudas» se cumplirán las metas que estableció el Congreso de la Unión en materia de finanzas públicas, por lo que México volverá a tener en 2018 un superávit primario.
Eso esperamos y que eso se materialice en otra disminución en el saldo de deuda pública respecto del producto interno bruto, a pesar de que el costo financiero del débito esté aumentando, por lo que si las condiciones son normales, esta relación bajará a 44 o 45 por ciento del PIB, concluyó.
La economía mexicana no debe ser rehén del proteccionismo, señalan