La tasa de la población que tienen una mala condición en el empleo creció en el último año al pasar de 12.5 a 14.6 por ciento entre abril de 2017 y el mismo mes de 2018, según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).
Este indicador se refiere a las personas que trabajan menos de 35 horas a la semana, además de las personas que laboran más de 35 horas semanales con ingresos inferiores al salario mínimo.
También incluye a aquellas personas que trabajan más de 48 horas y cuyo salario es de dos mínimos.
Este resultado contrasta con la tasa de desocupación, la cual se redujo al pasar de 3.5 a 3.4 por ciento, en el mismo periodo de análisis.
Para los expertos, la precarización del empleo ha sido una constante en el sexenio.
«Hemos visto un impulso fuerte por parte del Gobierno para generar mayores empleos en conjunto con la iniciativa privada, pero desgraciadamente no con las condiciones que quisiéramos», señaló Arleth Leal, de la empresa de capital humano Red Ring.
Añadió que las compañías han contratado gente a pesar de las condiciones económicas y la incertidumbre por la renegociación del Tratado de Libre Comercio, pero con bajos salarios.
«Las compañías tienen que contratar porque sus requerimientos de producción los necesitan pero con salarios bajos y prestaciones bajas por la incertidumbre que generan los factores mencionados», subrayó.
Según Coneval, durante el primer trimestre del año, el ingreso laboral mensual fue de mil 728 pesos en términos reales, cifra que resulta insuficiente para satisfacer sus necesidades básicas.
«La reducción del personal ocupado que se encuentra en los niveles salariales más elevados ha provocado que sea más complicado para un porcentaje importante de la población acceder a bienes indispensables para satisfacer las necesidades básicas», señaló Héctor Magaña, del Centro de Investigación en Economía y Negocios.
Añadió que la maquila de productos y el ofrecimiento de bajos costos en la mano de obra continuarán incrementando la precarización laboral.
Magaña dijo que para evitar que continúe la tendencia de creación de empleos de baja calidad es necesaria la generación de proyectos que permitan el desarrollo de bienes y servicios de alto valor agregado.
«La creación y desarrollo de nuevas tecnologías, la aplicación de nuevos procesos que permitan incrementar la productividad de las empresas, la investigación de temas de alto impacto en los próximos años como la automatización y la implementación de la ingeniería artificial y analítica de datos en los negocios son algunos elementos a desarrollar para promover inversiones importantes», consideró.
Fuente: Reforma Sección Negocios, Junio 21, 2018