Mientras la población trabajadora remunerada con hasta dos salarios mínimos aumenta, aquellos trabajadores que ganan más de cinco han disminuido su participación en los últimos cinco años.

PRECARIEDAD LABORAL

Al mes de septiembre, 30.2% de los trabajadores se encontraban en dicho rango, 3.7 puntos más respecto al 26.5% que representaban en el último trimestre del 2012, de acuerdo con el Inegi.  El dinamismo salarial en el país no tiene su mejor momento y mantiene estancados los ingresos de los trabajadores en dos salarios mínimos.

En el tercer trimestre del 2017, la población asalariada en este rango representó 30.2% la población ocupada, un incremento de 3.7 puntos si se compara con el cuarto trimestre del 2012 (26.5%), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

«México tiene establecida como media salarial entre dos y tres salarios mínimos, lo que obliga a que más de un miembro de la familia busque empleo para alcanzar una línea de bienestar.

Además, el empleo precario es consecuencia de una política laboral que está enfocada a formalizar la informalidad; sabemos que no ha crecido el empleo, sólo se reconoce a los informales y la consecuencia es un empleo precario», afirmó Alfonso Bouzas, especialista laboral de la Universidad Autónoma de México.

Asimismo, destacó que «en los últimos 17 años se ha crecido en 16% el salario, pero la canasta básica creció 32 o 33%, y los energéticos en más de 60%, de ahí que es obvio que la tendencia a la baja tiene que ser revertida, pues hasta ahora podemos ver que la consecuencia e sea precariedad, salarios de hambre e insuficiencia para vivir», expuso.

Para María Fonseca, de la Escuela de Negocios Tecnológico de Monterrey, hay datos contundentes del mercado laboral que revelan la mala calidad del empleo, pues los ingresos se han castigado y «se observa un retroceso significativo.

Durante la gestión de gobierno actual, la cantidad de personas que perciben más de cinco salarios mínimos al día ha disminuido en poco más de 1 millón 200,000 individuos, en tanto que EL DINAMISMO salarial en el país no tiene su mejor momento y mantiene estancados los ingresos de los trabajadores en dos salarios mínimos.

En el tercer trimestre del 2017, la población asalariada en este rango representó 30.2% la población ocupada, un incremento de 3.7 puntos si se compara con el cuarto trimestre del 2012 (26.5%), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

«México tiene establecida como media salarial entre dos y tres salarios mínimos, lo que obliga a que más de un miembro de la familia busque empleo para alcanzar una línea de bienestar.

Además, el empleo precario es consecuencia de una política laboral que está enfocada a formalizar la informalidad; sabemos que no ha crecido el empleo, sólo se reconoce a los informales y la consecuencia es un empleo precario», afirmó Alfonso Bouzas, especialista laboral de la Universidad Autónoma de México.

Asimismo, destacó que «en los últimos 17 años se ha crecido en 16% el salario, pero la canasta básica creció 32 o 33%, y los energéticos en más de 60%, de ahí que es obvio que la tendencia a la baja tiene que ser revertida, pues hasta ahora podemos ver que la consecuencia e sea precariedad, salarios de hambre e insuficiencia para vivir», expuso.

Para María Fonseca, de la Escuela de Negocios Tecnológico de Monterrey, hay datos contundentes del mercado laboral que revelan la mala calidad del empleo, pues los ingresos se han castigado y «se observa un retroceso significativo.

Durante la gestión de gobierno actual, la cantidad de personas que perciben más de cinco salarios mínimos al día ha disminuido en poco más de 1 millón 200,000 individuos, en tanto que EL DINAMISMO salarial en el país no tiene su mejor momento y mantiene estancados los ingresos de los trabajadores en dos salarios mínimos.

En el tercer trimestre del 2017, la población asalariada en este rango representó 30.2% la población ocupada, un incremento de 3.7 puntos si se compara con el cuarto trimestre del 2012 (26.5%), de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

«México tiene establecida como media salarial entre dos y tres salarios mínimos, lo que obliga a que más de un miembro de la familia busque empleo para alcanzar una línea de bienestar.

Además, el empleo precario es consecuencia de una política laboral que está enfocada a formalizar la informalidad; sabemos que no ha crecido el empleo, sólo se reconoce a los informales y la consecuencia es un empleo precario», afirmó Alfonso Bouzas, especialista laboral de la Universidad Autónoma de México.

Asimismo, destacó que «en los últimos 17 años se ha crecido en 16% el salario, pero la canasta básica creció 32 o 33%, y los energéticos en más de 60%, de ahí que es obvio que la tendencia a la baja tiene que ser revertida, pues hasta ahora podemos ver que la consecuencia e sea precariedad, salarios de hambre e insuficiencia para vivir», expuso.

Para María Fonseca, de la Escuela de Negocios Tecnológico de Monterrey, hay datos contundentes del mercado laboral que revelan la mala calidad del empleo, pues los ingresos se han castigado y «se observa un retroceso significativo.

Durante la gestión de gobierno actual, la cantidad de personas que perciben más de cinco salarios mínimos al día ha disminuido en poco más de 1 millón 200,000 individuos, en tanto que el rango salarial que registró el incremento más cuantioso fue aquel en el que los ingresos oscilan entre más de uno y hasta dos salarios mínimos con casi 2 millones y medio de trabajadores».

Otro de los rubros que revelan la precariedad del empleo, indica Fonseca, es el acceso a las instituciones de salud.

«En los últimos cinco años el número de trabajadores que cuentan con dicha prestación aumentó en más de 1 millón 887,000 personas.

Sin embargo, dicha cifra se ve opacada ante el incremento en la cantidad de individuos que carecen de acceso a alguna institución de salud, cifra que asciende a poco más de 1 millón 761,000 trabajadores».

Cabe recordar que en la presente administración se han reportado 3 millones 328,738 empleos y el porcentaje de desocupados sigue a la baja y la  Tasa de Desempleo está en 3.67o durante el tercer trimestre de 2017.

«No obstante, la calidad de los empleos a lo largo de los últimos cinco años no hapresentado señales de una mejora significativa y en algunos casos se observan detrimentos importantes», agregó Fonseca.

Por su parte, Víctor Chávez Montes de Oca, socio director de Grupo Human, comentó que los bajos salarios impiden cubrir de manera rápida posiciones laborales.

«El reclutamiento de diversas posiciones en la actualidad, sin duda, se ve afectado por el sueldo promedio ofertado en el mercado, esto se da de forma generalizada en todos los sectores y en los niveles bajos tanto operativos como administrativos, ya que para el cálculo de algunas de las compensaciones se considera la base del salario mínimo general vigente».

Agregó que «las empresas están requiriendo mayor atracción de talento basada en las competencias y habilidades requeridas por el puesto; sin embargo, no podemos dejar de considerar que el sueldo es una de las variables principales».

DISPARIDAD Mientras avanza la población trabajadora remunerada quegana hasta dos salarios mínimos, aquellos trabajadores que ganan más de cinco han disminuido su participación en los últimos cinco años.

México: nivel de remuneraciones salariales de la población ocupada.

(Fuente: El Economista, Información ,Primera Plana ,María del Pilar Martínez, P1, 28/11/2017)