Más de 24 millones de toneladas de alimentos aptos para consumo humano terminan en la basura cada año en el país. GS1 México, la Red de Bancos de Alimentos de México y tiendas minoristas mantienen alianzas en pro de la seguridad alimentaria.
Según cifras del Banco Mundial, en México más de 24 millones de toneladas de comestibles aptos para consumo humano terminan en la basura cada año cuando podrían ser aprovechados. Cada vez más retailers, socios de la Asociación de Tiendas Departamentales (ANTAD), son aliados de los bancos de alimentos y han encontrado en la donación una forma responsable de evitar el desperdicio en su cadena de suministro.
Lo anterior lo afirmó Mariana Jiménez Cárdenas, directora general de la Red de Bancos de Alimentos de México (BAMX), durante su ponencia en Código Retail, organizado por GS1 México, en Expo ANTAD 2024.
La ejecutiva contextualizó que los sistemas alimentarios mundiales impactan y contribuyen de manera importante al cambio climático y viceversa; mientras que los desastres naturales también afectan a la producción de alimentos. El desperdicio de comida es el responsable de entre 8 y 10 % de las emisiones de gases de efecto invernadero totales, y el 20 % de éstas son de gas metano, documentó.
“Dentro del sistema alimentario, que comprende producción, cosecha, transporte, distribución, venta y consumo de alimentos, tenemos el desecho final de los mismos. En el mundo, un tercio de todos los alimentos que se producen se pierden o se desperdician por diferentes razones a lo largo de la cadena de suministro, mientras 800 millones de personas viven con algún nivel de inseguridad alimentaria y 3 billones no tienen acceso a una dieta saludable”, refirió Mariana Jiménez.
Para producir estos alimentos se destinan grandes cantidades de recursos naturales, argumentó. México, perteneciente al bloque de América Latina y el Caribe, es el país que más desperdicia alimentos per cápita, la media de la región es de alrededor de 74 kilos por persona, la nación mexicana malgasta más de 96 kilos por individuo.
En este contexto, Mariana Jiménez subrayó la relevancia de rescatar y distribuir los excedentes del ecosistema agroalimentario a fin de evitar estas problemáticas, y resaltó el papel que juegan los bancos de alimentos, los cuales comenzaron a operar en México en la década de los 60.
“En el último informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se reveló que los bancos de alimentos, las acciones de rescate y redistribución, son la manera más eficiente y rentable para acabar con el desperdicio y su impacto en el medio ambiente. Con las alianzas activas que mantenemos con organismos como GS1 México, los recursos económicos necesarios y las políticas adecuadas, podemos aspirar a acabar con este problema”, expuso.
La Red de Bancos de Alimentos de México es una organización socio ambiental conformada por 57 instituciones que se dedican a esta tarea y tienen presencia en 30 estados de la República. Durango y Guerrero son las dos entidades en donde no cuentan con representación, pero el organismo está por inaugurar una oficina más.
“Nuestra misión es rescatar y redistribuir alimentos seguros para el consumo y contribuir a reducir no solo la inseguridad alimentaria, sino el cambio climático, En 2023 rescatamos 150 millones de kilos de alimentos aptos para consumo humano, que benefició a 2.4 millones de mexicanos, no es ni el 1 % de lo que se desperdicia en el país. Aspiramos a rescatar al menos el 10 % en 2028 y atender a 5 millones en inseguridad alimentaria… necesitamos una inversión de 1500 millones de pesos, con esto tendremos un impacto medioambiental de 280 mil toneladas de CO₂ que ayudará a revertir el cambio climático”, especificó.
Al rescate de los alimentos
Mariana Jiménez subrayó que es importante concientizar a los sectores industriales acerca de no desperdiciar alimentos y el impacto que esto tiene en la economía del país y en el medio ambiente. Por ello, dijo que su organismo genera estrategias de prevención, programas enfocados a cada uno de los eslabones de la cadena y alianzas con centrales de abastos para recuperar los excedentes, así como con tiendas de autoservicio, hoteles y restaurantes.
“En 2014 nació Al rescate, una plataforma que busca la recuperación de excedentes en hoteles, restaurantes, comedores industriales, de manera inocua, digna y eficiente. A través de ésta y la aplicación que permite la recuperación y redistribución inmediata de alimentos preparados, reduciendo la huella de carbono que puede dejar la recolección, hemos beneficiado a cerca de 30 mil personas en inseguridad alimentaria y evitamos que terminen en la basura más de 271 mil kilos de alimentos totalmente seguros y aptos para el consumo humano”, expresó.
La ejecutiva informó que también existe la iniciativa Pacto por la comida, que nació en el Reino Unido y llegó a México en 2021. Es una metodología que se implementa al interior de las empresas para identificar los excedentes de alimentos y reducir la inseguridad alimentaria de los grupos más vulnerables; como parte de esto, la Red de Bancos de Alimentos de México mantiene una alianza con Barcel para evitar el desperdicio y que los productos se envíen para alimentar a las familias que más lo necesitan.
Fuente: Retailers.mx