Para Philip Morris International, el negocio del tabaco se transformó.

Productos electrónicos de nicotina, tabaco caliente y otras alternativas que reduzcan el consumo de cigarros de combustión, es la meta.

Catalina Betancourt, directora de Asuntos Internacionales de la compañía, dijo que este cambio de estrategia se basa en la evidencia científica, la cual indica que los mayores riesgos para la salud radican en los más de 6 mil componentes químicos que se incluyen en los cigarros tradicionales, de los cuales al menos 100 son considerados nocivos.

Por ello se planteó para 2030 reemplazar la comercialización de cigarrillos tradicionales por opciones «menos dañinas».

«El 30 por ciento de nuestros ingresos netos del mundo, hoy en día, vienen exclusivamente de ahí (opciones sin humo), es decir, que ese 30 por ciento que antes venía de los cigarros se reemplazó», comentó Betancourt.

«Queremos llegar al 50 (por ciento) y vamos a seguir avanzando, para el 2030 nuestro objetivo es empezar a salir del mercado de cigarros en algunos países, pero no podemos hacerlo solos, tiene que ser en el momento en el que llegue la regulación».

Comentó que en Inglaterra, la existencia de una regulación sobre los dispositivos electrónicos en remplazo de cigarrillos ha permitido restringir estos productos a menores de edad.

En Japón, provocó una caída del 37 por ciento del volumen de cigarros que se vendían y en México, con más de 15 millones de fumadores adultos, se prohibió el vapeo, por lo que insiste en regularlo.

 

Fuente: Reforma, negocios, 4 de octubre, 2022