Han pasado ya siete randas de renegociación y no se ve un avance significativo, más bien parece que entre más pasa et tiempo, la retórica proteccionista de Trump y su irracionalidad respecto a la aplicación de medidas (como los aranceles al acero y aluminio) se incrementan.
Los comisionados han dicho que la renegociación no depende de la agenda política de los países, pero es de esperarse que llevar a cabo la renegociación a la par de las campañas políticas puede generar mayor incertidumbre e inclusive, en términos de estrategia de negociación, poner en desventaja a México.
En particular, preocupan las demandas de la delegación estadounidense de reglas de origen en la industria automotriz, muerte súbita y resolución de conflictos.
Estados Unidos tiene un déficit cercano a 800 mil millones de dólares, de los cuales México representa menos del 10%.
Aun y cuando la renegociación fuera «magnifica» (utilizando las palabras de Trump), el PIBde EU subiría sólo 0.5% si el déficit se fuera a cero.
Así, la agresiva renegociación no tiene sentido económico.
Si de problemas con el déficit se habla, es China con quien debería equilibrar la balanza, ya que con este país tiene un déficit de más de 300 mil millones de dólares.
Sin embargo, los chinos son los extranjeros con la mayor proporción de Bonos del Tesoro, por lo que Estados Unidos estaña en desventaja ante una posible guerra comercial con China.
Así, es probable que EU esté aprovechando la renegociación del TLCAN para poner presión a México y a Canadá para imponer medidas arancelarias a China.
Es importante mencionar que las exportaciones de México representan aproximadamente 38% del PIB, de las cuales cerca del 80% tiene como destino Estados Unidos.
Así, para México, aproximadamente el 30% del PIB proviene del comercio con Estados Unidos.
Por el contrario, para Estados Unidos esta proporción es de sólo 1,5%.
Al analizar los datos duros pareciera que Estados Unidos no tiene ningún incentivo para seguir en el TLCAN.
Sin embargo, desde el punto de vista político la salida y afectación del comercio de algunos productos puede costarle a Trump el segundo mandato.
México es el tercer mayor importador de maíz estadounidense y los estados que comprenden el cinturón de maíz son en su mayoria republicanos.
Asimismo, el 14.7% de las exportaciones de petróleo de Estados Unidos son enviadas a México y varios de los estados del sur estadounidense también forman parte de la base republicana de Donald Trump.
5i a Trump le interesa cuidar su base de votantes, buscará que estos sectores no se vean afectados.
Por lo anterior, aunque en monto y proporción del total estos sectores no son una parte significativa del comercio entre ambos países, sí podrian ser un punto relevante para el proceso de renegociación, sobre todo si el gobierno de México está dispuesto a importarlos desde otros países para ejercer presión sobre Trump.
Para eso es necesario estar dispuestos a levantarse de la mesa de negociación, sin ¡importar el costo político, de otra forma Trump seguirá presionando con palabras y nuevos aranceles.
Gabriela Siller Pagaza, PhD Director Análisis Económico-Financiero Banco BASE
(Fuente: El Financiero, Información ,Economía ,Redacción, P16, 20/03/2018)