La Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) planteó a los equipos económicos de los candidatos a la Presidencia del país implementar una “política industrial globalmente productiva, competitiva y con inclusión social”, que incluye 43 acciones con las que al quinto año se llegará a un crecimiento económico de 5% sostenido por dos décadas, mientras que la pobreza se reducirá a 12 millones de personas en seis años.
Explicó que la clave es pasar de la “obsesión por la estabilidad macroeconómica a la obsesión por el crecimiento económico”, la cual concentrará esfuerzos en inversión productiva, pública y privada, a fin de incrementarla del actual 22% del PIB a 35%, y que de ese porcentaje, ocho puntos sean participación pública.
El nuevo modelo conceptual que presentó el presidente de la Concamin, Francisco Cervantes, y el asesor económico de la confederación, José Luis de la Cruz, pide dejar de lado la idea de que la mejor política industrial es la que no existe, reindustrializar al país y apostar por un modelo que trabaje tanto al interior como al exterior.
Esta nueva política industrial se debe implementar ante los retos que impone la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la postura proteccionista de Estados Unidos.
Por la competencia de China y el Pacífico asiático, la necesidad de alcanzar mayor crecimiento en el sur y sureste del país y el acelerado progreso tecnológico mundial en lo que llaman la Revolución Industrial 4.0 de automatización, mecatrónica, robótica, computación, microelectrónica, biotecnología, genética, nanotecnología, inteligencia artificial y telecomunicaciones.
De la Cruz dijo que para ello se requiere una alianza público privada con carácter social de perfil industrial; el desarrollo de una política con inclusión social y la generación de prosperidad social. Impulso de una transición que lleve a un crecimiento económico, vigoroso, equitativo e incluyente.
Considerar al mercado interno no sólo por el consumo, sino también porque ahí se genera producción, empleo e inversión. Orientar la visión a una obsesión por el crecimiento económico y las inversiones. Promover una educación de calidad e inclusión social. Transformar en política pública el proyecto de sustitución de importación e incorporación de la manufactura nacional en las cadenas productivas.
Otros de los resultados de ese modelo económico es elevar la participación de las manufacturas en el PIB, de 18% a 22% en 2024 y 28% en 2030. Aumentar el contenido nacional de las exportaciones, pasando de 30% a 40% en seis años.
(Fuente: El Universal / Distrito Federal / Internet, Información, 02:33, 13/06/2018)