El acelerado crecimiento de las importaciones de gasolinas de Pemex en los últimos años, que ahora inquieta en lo particular por el cierre de refinerías en Texas a causa de «Harvey», no se debe a que haya aumentado el consumo nacional de combustibles, sino a un desplome en su producción por parte de la petrolera del Estado.
De hecho, sus registros muestran que en lo que va del 2017, este consumo en México es menor al de hace casi 10 años.
En los primeros siete meses del 2008, Pemex vendió en promedio al día 789.3 mil barriles diarios de gasolinas, y en el periodo comparable del año en curso, la cifra se ubicó en 785.8 mil, esto es 0.4 por ciento menos.
Aun con este reducción marginal, pero baja al fin, sus importaciones de estos combustibles se dispararon 51.5 por ciento a lo largo del periodo, de 342 mil a 518 mil barriles diarios de gasolinas, luego de que su producción en el País bajó a una tasa media anual de 4.4 por ciento, acumulado un desplome en el lapso referido del 33.5 por ciento.
Como resultado, la proporción de gasolinas importadas sobre el total de las comercializadas en el País por Pemex durante los periodos enero-julio de cada año pasó de 43.3 a 65.9 por ciento, en promedio, llegando a promediar 72.2 por ciento sólo en el séptimo mes del 2017.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Agosto 31, 2017