El dinero podrá no rendir como antes, pero hay más formas que nunca para gastarlo. Al pagar en la farmacia de la esquina, ahora es más rápido pasar su smartphone frente a la pantalla de la caja registradora que hurgar en busca de cambio o esperar que su tarjeta con chip sí funcione esta vez. (Y olvídese de escribir una de esas cosas primitivas llamadas cheques).

Si sale a comprar café para los compañeros de trabajo, no se preocupe de que no le paguen, pueden reembolsarle fácilmente en apps como Venmo, Zelle, PayPal, Cash App y muchas más. ¿Se le complica dividir la cuenta en el restaurante? Tab y Divvy lo hacen más fácil que nunca.

A medida que más personas canjean fondos vía aplicaciones -más de 21 mil millones de dólares fueron enviados usando Venmo en el primer trimestre del 2019, un aumento del 73% comparado con el mismo periodo del año pasado- a la gente le empieza a pesar traer dinero en el bolsillo. Desde negocios de comida para llevar y tiendas de Amazon Go hasta muchas de nuestras amistades, el dinero en efectivo está siendo cada vez más rechazado.

Sin embargo, el ascenso rápido de las apps de pagos ha sido un reto para las habilidades de expertos en etiqueta financiera; está claro que aún están siendo definidas las normas sociales en torno a todas estas nuevas formas de pagar lo que nos corresponde.

Tenemos que empezar a preguntarnos cosas nuevas, declaró Tami Kim, quien -como profesora asistente en la Escuela Darden de Administración de la Universidad de Virginia-, estudia las reglas sociales en torno a los pagos con Venmo. Como por ejemplo, ¿qué tan allegada es la persona a la que estoy invitando?».

La respuesta le ayudará a determinar si uno debería pagar esta ronda de tragos y confiar en que su acompañante invitará la siguiente. Si decide pagarle alguien con Venmo, no sea fijado con su amigo. En vez de ello, pidió Kim, sea buena onda y redondee al menos los centavos.

Kim podría estar peleando una batalla perdida. El auge de las apps de pagos está debilitando nuestra idea de generosidad, señaló Julia Lescarbeau, de 24 años, una ejecutiva de cuentas en Nike Communications. Ahora puede evitar la incomodidad de pedirle a un amigo que le pague lo que le debe al casualmente enviarle un mensaje vía la app (con todo y emojis animados).

A raíz de esto, Lescarbeau comenta que raras veces ve que alguien saque su tarjeta de crédito después de la cena o los tragos y diga «yo invito». Aun cuando sí sucede, es probable que los demás reciban una solicitud de Venmo la mañana siguiente pidiendo que cooperen con algo, indicó.

Cuando está dividiendo la cuenta con alguien que prefiere métodos de pago tradicionales, evite presionar a su acompañante para que instale el software allí mismo en la mesa.

Por otro lado, si usted es el último en su círculo de amigos que aún se aferra al efectivo, podría decidir que es mejor simplemente descargar la app preferida de su grupo de amistades.

A nivel internacional, tampoco todos están en la misma página. Los viajeros estadounidenses que quieran dividir una ronda de tragos con sus nuevos amigos en una pintoresca taberna europea no deberían sorprenderse al descubrir que ninguno de ellos tiene Venmo: al igual que muchas apps de pagos, sólo está disponible en Estados Unidos.

Para algunos viajeros, instalar software nuevo de smartphone antes de tomar un vuelo ha reemplazado las paradas en la casa de cambio del aeropuerto. Guías de viaje como Fodor’s y WikiVoyage pueden orientarlo sobre la mejor forma de usar apps móviles como WeChat, infaltable para pagos en China, con más de 600 millones de usuarios, pero relativamente desconocida en Estados Unidos.

A nivel nacional en Estados Unidos, el efectivo no ha desaparecido por completo, un intento de pagar con Venmo o Mastercard será recibido con una expresión de desconcierto y una negativa con la cabeza en muchos bares pequeños, lavanderías y food trucks.

Y los caseros y pequeños negocios familiares por todo Estados Unidos parecen aún preferir cheques -o de manera aún más anticuada- giros postales.

Incluso algunos establecimientos, como las tiendas experimentales «just walk out» de Amazon (en las que no se hacen filas para pagar), han vuelto a aceptar billetes y monedas en medio de una reacción negativa: los defensores del consumidor y legisladores han argumentado que estas tiendas discriminan a clientes más pobres que podrían no tener smartphones, tarjetas de crédito o cuentas bancarias.

«Si analizas los métodos de pago, el uso de efectivo por lo común es más alto entre el grupo de menos ingresos y menos preparación académica», señaló Joanna Stavins, economista senior en el Banco de la Reserva Federal de Boston.

Los métodos de pagos tradicionales, casi igual que las tarjetas de felicitación enviadas por correo postal, también pueden transmitir un toque más personal cuando se trata de enviar regalos, ya que los sistemas de pagos digitales se pueden sentir más como un «servicio transaccional» insensible, explicó Shashi Dosaj, fundadora del Instituto de Etiqueta de California.

Sin embargo, los usuarios con colmillo tecnológico también empiezan a acabar con este estereotipo, aseveró Lescarbeau. «Le envío a mi hermano dinero para café durante exámenes finales y es una pequeña sorpresa bonita para él».

Los métodos de pago sólo se volverán más complejos, así que, hasta las últimas personas que se resisten a ello, con el tiempo, tendrán que adoptar -o al menos sonreír y soportar- las apps de pago digital y aprenderse las reglas sociales en torno a ellas.

Vikrant Gandhi, director de tecnologías de información y comunicación en la firma de investigación de mercados Frost & Sullivan, dijo que anticipa que el número de estas apps aumente en años venideros a medida que la industria de los servicios financieros experimente para encontrar herramientas digitales aún más sencillas y accesibles.

Hasta que la etiqueta quede establecida y se vuelva universal, es mejor enviarle a sus amigos un pago rápido cada que regrese a casa después de un café, unos tragos o una cena. Si quieren pagar toda la cuenta, siempre podrán rechazarlo con un mensaje repleto de emojis: «¡yo invito!».

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¿Hora de dejar la cartera?

Las mejores apps de pagos

Para dividir la cuenta

Venmo ha ganado fama con su muro social que permite a los usuarios informar a amigos o desconocidos cuando pagan su parte de la cuenta.

Transferencias rápidas

Gracias a asociaciones con bancos importantes, la mayoría de las transferencias de Zelle pueden ser enviadas y recibidas en cuestión de minutos sin cargos adicionales.

Paradas en el supermercado

Apple Pay a menudo es más rápido y práctico que insertar una tarjeta. Y más seguro, gracias a verificación de identidad vía su rostro o huella digital.

Para viajar al extranjero

Circle Pay ofrece transferencias internacionales, disponible en al menos 29 países y múltiples monedas. Los pagos están asegurados hasta por 250 mil dólares.

Compras en línea

Durante casi 20 años, PayPal ha sido el estándar en sitios donde los usuarios se sienten incómodos ingresando su información bancaria.

Fuente: Reforma, Sección Negocios, mayo 27, 2019