Proteger tu rico postre ya no será la única función de las envolturas, ya que también podrán cargar cientos de productos cuando sean transformadas.

En la búsqueda de mitigar los efectos en el medio ambiente de su actividad, Grupo Bimbo avanza en su plan Cero Desperdicios.

Este programa contempla una serie de optimizaciones para reducir la generación de residuos, minimizar el uso de recursos y evitar la salida de residuos que impacten al entorno natural.

Una de las acciones resueltas por la panificadora multinacional consiste en la recuperación de envolturas post-consumo para su reciclaje y posterior transformación en tarimas plásticas que se utilizan dentro de sus propios centros de producción.

«En 2020 comenzamos con las primeras pruebas con diferentes mezclas de envoltura y fue en 2021 cuando se logró consolidar el proyecto como un modelo de economía circular con la compra de las primeras tarimas, ya que nuestros empaques tienen posibilidad de regresar como un producto nuevo dentro de nuestra misma operación.

Todas sus envolturas son reciclables y éstas se recolectan a través de la infraestructura y campañas permanentes para este fin de la asociación civil sin fines de lucro de la industria de bebidas y alimentos, ECOCE.

Luego se canalizan con el reciclador, Fredher, el cual separa el material en molinos, lo lava, seca, obtiene el material para inyección, lo peletiza, hace la inyección de tarima y entrega el producto final.

En 2021 la empresa adquirió más de 47 mil tarimas, de diferentes tipos.

Entre sus metas es que a 2030 el 100 por ciento de sus empaques apoyen una economía circular.

Fuente: Reforma, Negocios, 8 de julio, 2022