Nuestra novena edición de la Encuesta de Empresas Familiares revela que este tipo de organizaciones en todo el mundo ha mostrado estabilidad, pese a una serie de recientes cambios políticos y económicos importantes. El porcentaje global de las compañías que registraron crecimiento fue de 69%, frente al 75% de las empresas mexicanas. Otro dato interesante es que de los negocios nacionales que crecieron en este periodo, 48% presentó un crecimiento a doble dígito.
Asimismo, 73% de dichas organizaciones espera seguir creciendo durante los dos próximos años, menos que el promedio global, de 84%. Retos, de lo general a lo particular No podemos olvidar que los desafíos están siempre presentes; según la encuesta se prevén los siguientes para los próximos dos años: La necesidad de innovar para mantenerse a la vanguardia (79% México- 66% global)
Los cambios en el entorno económico (69% México – 56% global) La profesionalización del negocio (60% México 41% global) Asimismo, un reto significativo para las empresas familiares (EF) es la necesidad de innovar y la adopción de nuevas tecnologías. Cabe resaltar que mientras 30% de ellas dijo sentirse vulnerable ante la disrupción digital, únicamente 17% de los participantes en México expresó este sentimiento; de estos, 64% planea tomar medidas adicionales para incrementar sus capacidades tecnológicas durante los próximos dos años (57% global). La tecnología digital es una prioridad cuando se trata de crecer y buscar talento en una empresa.
La capacidad de innovar y encontrar a las personas adecuadas para lograr que una organización siga siendo competitiva es una preocupación cada vez más frecuente entre los empresarios a nivel global. La planeación estratégica es otro desafío importante, ya que de esta depende el rumbo que seguirá el negocio. En México, 63% de las EF dijo tener un plan estratégico formal a mediano plazo, más que el promedio global de 49%; en nuestro país y a nivel global 21% no cuenta con un plan; y 21% de las compañías mexicanas espera cambiar su modelo de negocio en los próximos dos años. Desafortunadamente, las compañías no dedican suficiente tiempo a esta tarea, tal vez por las cambiantes condiciones económicas globales que las mantienen ocupadas. No obstante, ahora disponen de una gran cantidad de información que les facilita el análisis y la definición de una estrategia para tomar mejores decisiones. Un elemento que no puede faltar en una planeación exitosa es el plan de sucesión, el cual es fundamental para una transición tranquila y para asegurar la continuidad del negocio a largo plazo.
Un buen plan de sucesión debe considerar los siguientes tres aspectos: Acciones cómo se dividirá el capital social Toma de decisiones gobierno corporativo Repartición de los beneficios del negocio sueldos, utilidades, etc. Valores, un motor de crecimiento Frente a tan diversos retos internos y externos, el comportamiento y las acciones que las organizaciones decidan adoptar puede determinar su éxito o fracaso. Las EF pueden y deben diferenciarse a través de la claridad de sus valores, misión y propósito.
La encuesta revela que las organizaciones que cuentan con valores formales y los siguen, tienen más posibilidades de crecer y generar confianza entre los diversos grupos de interés. Actualmente, la internacionalización es un tema que preocupa a muchas organizaciones mexicanas, ya que, a través de ella, podrían incrementar su nivel de competitividad. Sin embargo, a menudo, siguen muy ocupadas en sobrevivir e institucionalizarse.
Por lo tanto, para alcanzar metas más altas, recomendamos: Desarrollar una estrategia de negocios Definir las capacidades reales de la empresa Aprender a anticiparse y a no trabajar en automático Tener una mentalidad más estratégica en términos generales. El objetivo es que las empresas familiares se conviertan en organismos sustentables por sí mismos, capaces de diversificar sus fuentes de financiamiento y con mayor conciencia de en dónde están y hacia dónde quieren ir.
(Fuente: Forbes México / Internet, Información, 08:02, 24/06/2019)