El 60 por ciento de los temas del Tratado de Libre Comercio de América del Norte están resueltos a nivel técnico. Sin embargo, falta que haya un acuerdo a nivel político para avanzar, según explicó una fuente cercana al proceso de negociación.

Actualmente se lleva a cabo en Washington, capital de Estados Unidos, una ronda intermedia para avanzar en el capitulado y los asuntos a discutir se agrupan en tres categorías generales.

Entre los temas que ya hay avances son cuestiones de reglas de origen, excepto por el sector textil y automotriz, privilegios para pequeñas y medianas empresas, servicios, empresas comerciales del Estado y medio ambiente.

Hay otro grupo en donde hay ya un gran avance, pero se están afinando los últimos detalles, como el Capítulo 19 sobre solución de controversias, energía y la Cláusula Sunset, que habla de revisar el acuerdo de manera obligatoria cada cierto tiempo.

En un tercer apartado están aquellos asuntos que o aun no se discuten a plenitud o hay estancamiento por desacuerdos entre las partes.

«Esta reunión se considera como técnicamente positiva. Tal como la reunión en México, este encuentro en Estados Unidos se dejaron de lado asuntos políticos y sólo es una ronda técnica. Cuantitativamente, los avances han sido muy positivos, lo cual quiere decir que las comparaciones de los textos y luego revisadas por los tres países hay buenas noticias», indicó la fuente.

«Podemos asegurar que hay avance ya por encima del 60 por ciento en los temas, con muchos acuerdos. Pero cualitativamente, hay asuntos que aun no se logran porque Estados Unidos presiona para que se acepten cuestiones que ni México ni Canadá quieren aceptar», señaló.

Pero, además de la agenda comercial de los tres países, hay asuntos internos que no están permitiendo que haya mayor avance.

Por un lado, en Estados Unidos se está percibiendo un movimiento en las fuerzas políticas, que anticipan con base en las elecciones de este año que el partido republicano no saldrá tan bien posicionado en los próximos sufragios de 2018.

En México está también el asunto electoral, donde la intención de quienes negocian actualmente están buscando blindar algunos sectores en caso que la próxima Administración desee hacer movimientos.

«En EU saben que sin TLC habría un gran efecto en los procesos de inversión y los planes estratégicos, ellos no pueden perder concesiones en México.

«Al mismo tiempo, el Gobierno del País no puede aventurar a lidiar con una campaña electoral sin haber logrado un tratado de libre comercio», puntualizó.

Fuente: Reforma, Sección Negocios, Diciembre 18, 2017