El organismo comercial, con sede en Ginebra, señaló que la relajación de las presiones inflacionarias debería contribuir a que el volumen del comercio de mercancías aumente un 2.6% en 2024 y un 3.3% en 2025, tras un descenso del 1.2% el año pasado. La OMC había previsto anteriormente un aumento del 3.3% en 2024.
Al mismo tiempo, la OMC advirtió de los riesgos de fragmentación del comercio debido a las tensiones geopolíticas, el aumento del proteccionismo y el agravamiento de la crisis en Oriente Medio, donde los ataques a buques comerciales en el Mar Rojo ya han desviado el comercio entre Europa y Asia.
Antes del año pasado, el comercio mundial sólo había caído en dos años desde la creación de la OMC en 1995. El comercio mundial cayó un 5% durante la pandemia de 2020 y más de un 12% durante la crisis financiera mundial de 2009.
En 2023, la demanda de importaciones fue especialmente débil en Europa, donde el impacto de la subida de los precios de la energía y la inflación fue más intenso.
La OMC señaló que los riesgos para sus previsiones para 2024 estaban sesgados a la baja, con un rango de entre -1.6% y 5.8%.
En una señal del aumento de las tensiones geopolíticas en los últimos días, la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, advirtió a China de que Washington no aceptará que se diezmen nuevas industrias y la Unión Europea abrió un nuevo frente contra Pekín con una investigación sobre los fabricantes chinos de aerogeneradores.
El economista jefe de la OMC, Ralph Ossa, dijo que había indicios de fragmentación del comercio, pero no de desglobalización, y que el crecimiento del comercio continuaba, pero a un ritmo más lento que en la década de 1990.
La OMC ha calculado previamente que una disociación total del mundo en bloques geopolíticos podría reducir el PIB mundial en un 5%.
Sobre el Mar Rojo, por el que normalmente pasa el 12% del comercio mundial, la OMC dijo que el transporte marítimo se había reducido, pero no detenido, y que las tarifas de flete marítimo estaban contenidas.
Ossa dijo que la situación debía vigilarse de cerca, añadiendo que el riesgo de que se disparen los precios del petróleo por una escalada de la crisis de Oriente Medio sería probablemente más importante que la propia interrupción del Canal de Suez.
«En cuanto los precios de la energía se vean afectados de forma significativa, entonces, por supuesto, sentiremos repercusiones en el comercio internacional», afirmó.
Fuente: Expansion.mx