El panorama del año siguiente para los bancos Latinoamericanos será de retos frente a un entorno desafiante. América latina crece por debajo de su potencial económico y las limitadas inversiones en la región mantienen a la baja la demanda de crédito para los bancos, debido principalmente a la dinámica política y a las crecientes protestas sociales en varios países de la región. Esto ha señalado S&P Global Ratings en su panorama bancario para 2020. Sin embargo, la calidad de activos e indicadores de rentabilidad de los bancos mexicanos siguen resilientes en medio del debilitamiento de la economía y de la baja demanda de crédito; el panorama ofrece una expectativa sobre algunos de los principales indicadores bancarios de la región y de nuestro país, al margen de los efectos de las tasas de interés. Antes de consignar las expectativas sobre el sistema bancario mexicano, es importante señalar lo que opina S&P respecto a la industria bancaria global. Panorama global sombrío para 2020 Con la posibilidad de que Estados Unidos enfrente una recesión, la inminencia del mismo fenómeno en Alemania y Gran Bretaña, la desaceleración económica en China, así como la debilidad de los sectores de manufactura y comercio a nivel mundial, el escenario bancario a nivel global luce francamente sombrío hacia 2020, según el reporte de S&P Global Ratings. Asimismo, las crecientes protestas sociales en muchos países
de América Latina podrían llevar a los gobiernos de la región a relajar su política fiscal e incurrir en más deuda. En el caso de México la expansión económica para 2020 será una de las más bajas desde la crisis financiera mundial, S&P la ubica en 1.3 por ciento. Es así como los riesgos para la economía mexicana se mantienen sobre todo por las políticas económicas adoptadas por el gobierno que llegó hace casi un año. Este es el escenario bancario para 2020 en México En México, el crecimiento del crédito está moderándose, pero la calidad de activos y la rentabilidad siguen siendo resilientes; S&P Global Ratings señala tres conclusiones principales para el sistema bancario de nuestro país: Dada la fuerte correlación entre el crecimiento económico y
el otorgamiento de crédito de los bancos, esperamos que la cartera total de crédito crezca entre 7% a 8% en 2019 y 2020. La calidad de activos y la rentabilidad siguen siendo resilientes, a pesar del estancamiento de la economía y de la baja demanda de crédito. Los bancos mexicanos reportan los niveles de capitalización más fuertes en América Latina, y esperamos que esta tendencia prevalezca en 2019 y 2020. Te puede interesar: 80% de inversionistas prevé que México perderá grado de inversión “Hasta el momento, los fundamentales crediticios de los bancos son sólidos. Sin embargo, si la administración de AMLO no logra abordar de manera efectiva los desafíos del país y cumplir sus promesas, existe el riesgo de que el pobre crecimiento económico persista, lo que podría erosionar la resiliencia económica del país y las condiciones operativas para las instituciones financieras locales”, explica S&P “El crecimiento económico más lento limita la demanda de crédito. Proyectamos que el PIB de México se expanda solo 0.4% en 2019 y 1.3% en 2020. Por ello, observamos necesidades de capital de trabajo más bajas y un menor número de proyectos de inversión. Por lo tanto, los créditos comerciales, los cuales representaban el motor del crecimiento del crédito, mostrarán un crecimiento modesto”. Principales expectativas La expansión del crédito se mantendrá moderada. Esperamos que el total de créditos crezca 7% a 8% en 2019 y 2020. La calidad de activos caerá por la economía más débil.
Esperamos que la cartera vencida sea de 2.3%-2.5% en 2019 y 2020 y esté cubierta en su totalidad con reservas. Las pérdidas crediticias a créditos totales oscilarán entre 2.5% a 3.0% para el mismo periodo. La rentabilidad se mantendrá sólida. Esperamos que el retorno a activos de los bancos mexicanos se ubique entre 1.7% en 2019 y 1.6% en 2020. Los cautelosos estándares de originación de crédito implementados en los últimos años y los limitados desequilibrios económicos ayudarán a evitar un marcado incremento en los activos improductivos y en las pérdidas crediticias. El banco central está en proceso de bajar las tasas de interés. Estas acciones podrían estimular la economía mexicana. Sin embargo, es factible observar tasas de interés bajas por un periodo prolongado, y esto podría presionar la rentabilidad de los bancos. La economía mexicana está desacelerándose y la confianza de los inversionistas se mantiene baja. Seguiremos observando qué tan exitoso es el gobierno mexicano para restablecer la confianza, a fin de impulsar la actividad económica. En este sentido, estaremos evaluando cómo la demanda y la oferta de crédito se adaptan a tales condiciones.

 

(Fuente: Alto Nivel / Internet, Información, 06:36, 22/11/2019)