Reducir el impacto al ambiente y hacer lo posible por devolver los recursos que se consumen son principios cada vez más dominantes en el mundo empresarial

El negocio de una empresa es vender sus bienes o servicios y ser rentable. Sin embargo, hoy las compañías muestran cada mayor interés por hacerlo de una manera sustentable.

Este desafío implica que todos los negocios se lleven a cabo minimizando el impacto al medio ambiente, y algunos giros se han vuelto especialmente sensibles al respecto, como los del sector refresquero y cervecero de Nuevo León, que a través de diferentes estrategias buscan contribuir al retorno del agua que consumen en la fabricación de sus productos de consumo.

El abogado Mauricio Llamas, especialista en la materia, reconoce que hay factores que motivan el interés de sumarse a la ola de la sustentabilidad.

Entre ellos está, dice, “el cumplimiento, las legislaciones y los estándares, que se han vuelto cada vez más exigentes”.

El segundo factor, agrega, “es una cuestión de reputación, ya que el mercado ve con mejores ojos a aquellas empresas que actúan de manera más sustentable”.

Un tercer motivante como impulsor de las compañías para tomar a la sustentabilidad como bandera es, asegura, que hoy existen “criterios para el otorgamiento de financiamiento o la emisión de deuda que es calificada como ‘verde’, y que  puedes obtener créditos con mejores tasas o acceder a una inyección de fondos”.

El representante de la firma Hogan Lovells afirma que la tendencia de sustentabilidad se basa en un criterio ESG (Environmental, Social and Governance, en inglés) donde México es uno de los países más avanzados en cuanto a regulación ambiental de Latinoamérica.

Sin embargo, agrega el especialista, la aplicación de estos criterios en el país es aún deficiente.

“Tenemos un marco legislativo muy desarrollado, pero no un gobierno que sea muy exigente y que tenga capacidad para supervisar el cumplimiento; estamos avanzados, pero hay mucho por hacer en materia de obligar al cumplimiento”, señala el especialista.

Y es que esa falta de precisión a la hora de medir las acciones, es lo que suele dar lugar al llamado greenwashing , un término utilizado para identificar aquellas acciones que se usan para engañar a la sociedad sobre prácticas sustentables, que en algunos casos están sobrevaloras inocrrectamente, y que son medidas o no,  y equiparables al daño que generan.

Es por ello que el abogado comenta que “cualquier intento por ostentarse como una empresa sustentable, debe pasar por un proceso de revisión interno, primero de comprobación del cumplimiento con lo básico y regularización, a través de una auditoría y, posteriormente, montar acciones de sustentabilidad más elevadas” (Con información de Daniela Garza)

Fuente: ABCNoticias.mx