En el 2016 todos los países miembros del G20 —del que México forma parte— firmaron un documento con ocho principios de inclusión financiera digital (Principios de Alto Nivel sobre la Inclusión Financiera Digital), reconociendo el papel preponderante que tienen para impulsar el crecimiento de las economías e incrementar las oportunidades de desarrollo de los ciudadanos a través de la tecnología. Tres años después, México ha dado pasos firmes hacia el futuro, alineados a estos ocho principios. Mucho se ha avanzado para promover un enfoque digital —que incrementa la disponibilidad de servicios—, en balancear la innovación con la prevención de riesgos, y en la consolidación de un sistema regulatorio sólido, que brinda certidumbre a quienes participan en el sector financiero.
Sin duda el reto aún es grande y, como he publicado anteriormente en este espacio, todos los actores involucrados tenemos que buscar enfoques innovadores para enfrentarlo, incorporando cada vez más al talento que radica en los jóvenes, quienes siempre están ávidos de participar en el desarrollo de nuestro país, pero sobre todo en la transformación de nuestro entorno. En este sentido, son vitales los espacios que propicien la innovación, especialmente aquellos que sumen la energía y pasión de nuestro talentoso capital humano.
Mientras escribo estas líneas, jóvenes mexicanos están trabajando en sus proyectos para el Hackatón Talento CDMX, iniciativa que plantea desafíos en distintos rubros a través del uso de tecnología. Dichos desafíos contribuirán al desarrollo de soluciones conjuntas de la mano del Gobierno de la CDMX y la Iniciativa Privada. La respuesta de los jóvenes a la convocatoria nos permite comprender la relevancia de este tipo de iniciativas: en total se conformaron 506 equipos, conformados por los 1,679 participantes.
En esta primera etapa, los equipos están trabajando de forma virtual para desarrollar sus soluciones a ocho retos agrupados en cuatro pilares: inclusión financiera, movilidad, innovación social y formación de talento. Esta etapa es vital para que las ideas se transformen en una solución concreta, pues los expertos involucrados en el Hackatón brindarán apoyo y acompañamiento a todos los equipos. ¿Cuál es el potencial de las ideas que se están gestando en el Hackatón? Para dimensionarlo, tomemos el caso en específico del reto de inclusión financiera digital. En este tema, se ha pedido a los participantes centrarse en soluciones que promuevan el ahorro y el uso de medios de pago alternativos al efectivo para más de 20 millones de habitantes —tantos como la población total de países como Chile y Australia. Por lo tanto, cualquier iniciativa que nazca y sea aplicable en la CDMX tiene el potencial de replicarse a lo largo del país ¿y por qué no? de toda América Latina.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad, los efectos de fortalecer las alternativas al uso de efectivo son tan diversos como positivos, por una parte, impactan en el crecimiento económico, contribuyen a incrementar el ahorro privado, al tiempo que favorecen la transparencia y la transición hacia la formalidad. Por otro lado, al ser un elemento básico en la estrategia de crecimiento a largo plazo de un país, incorporar las soluciones que los jóvenes nos presenten hará más robusto el trabajo que autoridades e Iniciativa Privada estamos impulsando.
Ahora bien, consideremos que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018, en todo el país sumamos 62.2 millones de habitantes con teléfono móvil, de los cuales 48% no cuenta con una cuenta bancaria. Para abarcar este gran segmento de la población tenemos que pensar distinto y brindar una propuesta que dé valor efectivo e inmediato a los usuarios. ¿Quién mejor para hacerlo que la generación que “ha nacido” con un ADN digital?
Estamos seguros de que el tamaño del reto es equiparable a la pasión que estos jóvenes están mostrando, el interés con el que han seguido esta convocatoria y con el que han estado trabajando a lo largo de estas semanas. Es una oportunidad única para saber cómo conciben las nuevas generaciones las problemáticas que nos aquejan y cómo se aproximarían a resolverlas. El Hackatón Talento CDMX es, por lo tanto, una bocanada de aire fresco para nuestro país. Todos los participantes de este esfuerzo compartimos la satisfacción de acompañar al talento mexicano a través de su esfuerzo y dedicación en ideas, prototipos o incluso startups.
No podemos más que agradecer su generosidad hacia todos nosotros, al encausar su esfuerzo, tiempo y habilidades en la búsqueda de mejorar nuestras condiciones actuales de vida que —estoy seguro— dejarán huella en el futuro de México. Hagamos lo propio contribuyendo a que estas ideas no se queden en el tintero.
(Fuente: El Economista / Internet, Información, 00:03, 13/09/2019)