La competitividad depende de las políticas cambiarias no sólo del plan nacional sino de las políticas europeas, y ya vamos sabiendo que esto es pan de cada día, ninguna acción individual de una nación afecta ni se le permite hacerlo si no está autorizada para contribuir a los procedimientos de ajuste. Una de las vías más utilizada para el fortalecimiento de una moneda es la depreciación, y en el caso del euro hablamos de muchos países a la vez los que se ven influidos por cualquier movimiento de su valorización.
El Banco Central Europeo ha sido responsable de la Fortaleza del euro durante la crisis, a pesar de que eran muchos los agentes que pedían su debilitación, para aumentar la maniobrabilidad dentro de las finanzas de algunos países, esto conlleva devaluar de forma natural la moneda más débil. Por políticas de optimización y flexibilización de las exportaciones. O bien para competir con mercados exteriores, a la zona euro, como Norteamérica o China .
Ninguna de las dos razones son realistas, primero porque no sólo se exporta fuera ni sólo dentro de Europa, y segundo porque existe el llamado ¨pass-through¨ o nivel de sensibilización al cambio, que cada país sufre de distinta manera y que realmente sólo beneficia a países más fuertes como Alemania, que se cansa de pedir devaluaciones continuas, indicaciones y solicitudes que afortunadamente el BCE no sigue. Hay países que no dependen ni se ven acotados a la dependencia de los cambios de moneda para el desarrollo de exportaciones o crecimiento y expansión de sus empresas.
España sí, necesita un euro fuerte para mantener la competitividad. Aún no es definitivo el centralismo de los poderes fiscal y bancario en la comunidad europea, con lo que la política de contención de inflacción es la más coherente. Podríamos escuchar en los foros internacionales de Europa que nosotros (los que necesitamos la no devaluación, por tener la economía más dependiente de los cambios de moneda) somos los culpables de que haya inconsistencia y el euro ande en la cuerda floja tantas veces, por haber aceptado unas políticas de unidad monetaria que parecen pensadas sólo para etapas de bonanza y no de crisis, pero cuando se produjo la unificación del Euro, lo importante era que participáramos todos.
El reparto era más importante que el volumen y fuerza de la moneda.
(Fuente: El Heraldo de México / CDMX / Internet, Información, 00:24, 03/02/2023)