La tardanza en el proceso de degradación de materiales, como los popotes de plástico y el unicel, los han puesto en la mira, pues se analiza su necesidad de usarlos. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), lanzó su campaña «Sin popote está bien», con el fin de concientizar al consumidor de los daños que puede causar a la fauna marina.

Entre sus principales mensajes de la campaña destaca el efímero uso de los popotes, que es por minutos, comparado con los más de 100 años que tardan en degradase.

Algunas empresas como Starbucks anunciaron que dejarán de usar popote de plástico, derivado del daño que causa a los océanos, por lo que para el 2020 sólo demandará papel y cartón especial.

Asimismo, Salvador Torres, presidente de la cooperativa Pascual, dijo que a finales de este año podría dejar de ofrecer los popotes en sus presentaciones Boing de medio litro.

Según información de la Asociación Nacional de la Industria del Plástico A. C. (ANIPAC), se considera que de los residuos sólidos urbanos totales, los popotes representan tan sólo el 0.05 por ciento, y que únicamente el 39 por ciento de la fabricación de popotes se encuentra en la industria formal, de aquí la importancia de su regulación y supervisión.

«En promedio una persona consume 73 piezas de popotes anualmente, es decir, una persona consume un popote cada cinco días, considerando las características de la población que lo utilizan con mayor frecuencia, el cual corresponde principalmente a zonas urbanas o turísticas, pues la zona rural lo consume muy poco», refirió la ANIPAC en una solicitud de información.

Respecto al unicel, la producción en el País aumentó 6 por ciento en 2017, al cerrar con 390 mil toneladas, refirió Rubén Muñoz, director de medio ambiente, seguridad e higiene de la Asociación Nacional de la Industria Química (ANIQ).

Parte de este crecimiento se debe al comercio desarrollado dentro de las plazas comerciales, las cuales son uno de los clientes relevantes.

«A través del incremento en plazas comerciales, que se han instalado en el País, que incluyen tiendas ancla (tiendas grandes dentro de la plaza comercial y en torno a ellas se instalan otras), ahí encontrarás una buena cantidad de restaurantes, de comida rápida, de cines, centros de espectáculos que eso, de alguna manera, nos ha ido demandando mayor producción en los productos que ha fabricado el sector», explicó Muñoz.

Aunque se han hecho esfuerzos por reciclar el unicel en el País, se requiere seguir trabajando, pues actualmente sólo existen dos plantas en el Estado de México y una en la Ciudad de México en las cuales se puede hacer ese proceso, lo cual dificulta transportar el que se usa en otras entidades, reconoció Muñoz.

Pero destacó que no todo el unicel que se demanda se puede reciclar de forma inmediata, por ejemplo, en el caso del sector construcción, que representa el 30 por ciento de la demanda nacional de este material, pasa a ser parte de lo que se esté edificando y sólo hasta su demolición queda en desuso.

Fuente: Reforma Sección Negocios, Agosto 06, 2018