Aunque desde Washington resuenen los amagos de Donald Trump en contra del Tratado de Libre Comercio (TLC), el sector privado mexicano estima que pueden concretarse algunos acuerdos que tienen que ver con las pequeñas y medianas empresas, compras gubernamentales y servicios financieros, durante la segunda ronda de negociaciones.

Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), no descartó que exista una ruptura debido al lenguaje hostil de Trump y por ello pidió trabajar en otras opciones comerciales.

«Nuestra mejor apuesta y nuestro mejor esfuerzo es que mantengamos el Tratado de Libre Comercio y profundicemos en él con el menor costo posible. Pero existe la posibilidad de romper y levantarnos de la mesa si el costo es demasiado alto para la realidades mexicanas y si este escenario existe tenemos opciones y hay que voltear a ver a Asia, a Sudamérica», subrayó.

¿Se puede entablar una renegociación a partir de constantes amenazas?
Evidentemente es una estrategia de negociación y lo que nosotros debemos hacer es continuar en nuestra propia estrategia, nuestra estrategia está en cómo profundizar y cómo agilizar el comercio entre los países. Es lógico y natural que cada país busque mayor inversión y empleo, hay que dar un enfoque que nos genere inversión y empleo para los tres países. Hay que considerarnos como una región competitiva hacia el mundo, tenemos características que nos complementan y ahí es donde está la habilidad de la negociación para poder lograrlo.

¿Que nos haría levantarnos de la mesa?

 

Una exigencia indigna, de alguna forma lo que México no puede entregar, la soberanía nacional, nosotros tenemos un modelo de país en donde lo trabajamos los mexicanos, estamos dispuestos a asociarnos con otras partes del mundo, pero somos mexicanos y tenemos independencia.

¿Esa soberanía se traduce en que no vamos a aceptar cambios en las reglas de origen, que nos fijen el salario o negociar el déficit?

Aunado a esto tenemos que tener movilidad y tenemos que tener un acuerdo sobre seguridad, porque la seguridad es de los tres países y un acuerdo de movilidad migratoria entre nosotros, todo impacta en la generación de negocios, tiene que ser integral.

Cuando habla de una negociación integral ¿no sólo está hablando de comercio sino está hablando de migración y seguridad?

Sí, que nuestros países se pongan de acuerdo en un proyecto de sociedad donde las reglas estén claras. Es importante que nosotros hablemos técnicamente del comercio y la generación de valor a través de las empresas y los trabajadores, pero también es importante que nos respalden con política pública coordinada para que se genere paz. Tanto las exportaciones de drogas a través de México como las importaciones de armas hacia México.

¿Qué espera de la segunda ronda de negociaciones?

 

Lo que tiene que ver con pequeñas empresas lo podemos empezar a sacar, nos interesa muchísimo transferencia tecnológica, vinculación, compras de Gobierno, son temas a lo mejor pueden ya empezarse a acordar. A lo mejor algo se puede avanzar en servicios financieros que también hay puntos en común. Es importante que la política pública de los tres países dé acceso a los servicios financieros inter países, con toda confianza, es decir, que se generen políticas de cumplimiento para bancos e instituciones financieras pero que éstas políticas de cumplimiento no impliquen barreras para otorgar movilidad a recursos financieros y que son necesarias dentro de un sistema global.

 

Fuente: Reforma, Sección Negocios, Agosto 31, 2017