La noticia de que Pfizer Inc. y su socio BioNTech SE podrían asegurar la autorización para una vacuna contra el coronavirus en cuestión de semanas ha despertado esperanzas de que la economía global podría recuperarse con fuerza el año próximo.
Pero aunque una vacuna exitosa de hecho podría inyectarle ánimo a la economía en el 2021, dicen economistas, tardará más tiempo en sanar de un golpe histórico a los empleos, la inversión y las empresas, una tarea que se ve complicada por el repunte actual en infecciones en gran parte de Occidente.
Pfizer y su socio BioNTech informaron el lunes que se encaminan a buscar autorización para su vacuna antes de que termine este mes. Esa noticia causó un alza en el mercado bursátil al tiempo que los inversionistas anticipaban una reapertura de economías han sido severamente perjudicadas por la pandemia.
Sin embargo, podrían pasar muchos meses antes de que cualquier vacuna sea aplicada a un número suficiente de personas como para reducir la necesidad de medidas de confinamiento que se han vuelto a imponer en fechas recientes en todo Occidente.
Mientras tanto, los sectores más directamente restringidos por el virus -sobre todo los servicios en persona como hospitalidad y entretenimiento- deben soportar meses de demanda débil.
«Seré en cierto modo cauteloso», dijo Ralph Findlay, director ejecutivo de Marstons, una cervecería y propietaria de bares en Reino Unido. «Estamos experimentando un alza de positividad, pero la economía va a ser complicada el año próximo».
Un repunte en nuevas infecciones en toda Europa en semanas recientes ha motivado una segunda oleada de confinamientos que los economistas creen que llevará a la economía del continente a su segunda contracción este año. En Estados Unidos, las autoridades, en general, han evitado medidas nuevas que sean igual de estrictas que las europeas y se anticipa que la economía siga creciendo, aunque a un ritmo más lento.
La noticia del avance de la vacuna no ha reducido de inmediato las expectativas para el tiempo que tardarán las economías estadounidense y europeas en volver a su tamaño prepandémico, en vista de que la mayoría de los economistas ya habían tomado en cuenta el empleo de una vacuna. Creadores de políticas en Estados Unidos y la eurozona anticipan que cada región se recupere a su tamaño previo al Covid-19 en el 2022.
Los países ricos serán los primeros en beneficiarse económicamente con una vacuna. Reino Unido, Estados Unidos, la Unión Europea y Japón ya han hecho grandes pedidos de dosis de la vacuna de Pfizer y se beneficiarán más en caso de que demuestre ser segura. Eso resulta cierto para la mayoría de las demás vacunas que parecen estar cerca de ser aprobadas.
Ésa no ha sido una opción para la mayoría de los países pobres, que es probable que obtengan acceso a vacunas exitosas posteriormente. El Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke calcula que no habrá vacunas suficientes para abarcar a la población mundial hasta el 2024.
El impacto de una disponibilidad incluso limitada sería de todos modos enorme. Analistas en la organización de investigación RAND Europe dicen que la economía global pierde actualmente producción a un ritmo de 3.4 millones de millones de dólares al año. En caso de que una vacuna efectiva esté disponible en Estados Unidos, Unión Europea, Reino Unido, China, India y Rusia, calculan que la pérdida caería a 1.2 millones de millones de dólares, o 103 mil millones al mes.
Sin embargo, un lanzamiento más generalizado que dejara sólo a los países más pobres sin acceso inicial a una vacuna reduciría la pérdida anual a 153 mil millones de dólares y amplificaría el beneficio para los países ricos.
«Si sólo algunos países pueden desarrollar una vacuna y producirla a un beneficio a escala en un principio, ganan tremendamente en términos económicos, pero les iría mejor si pudieran lanzar una vacuna en todas partes», dijo Marco Hafner, investigador en RAND.
Estados Unidos figura entre esos países que tienen previsto empezar a desplegar una vacuna segura y efectiva durante los próximos meses. Pero muchas de las industrias más afectadas por la pandemia -aerolíneas, hospitalidad, ventas minoristas- no se recuperarán totalmente hasta que vuelva a ser seguro que la gente se congregue en proximidad, lo que sólo ocurrirá una vez que millones de personas hayan sido vacunadas.
«En potencia se recupera mucho del terreno perdido el año próximo con la vacuna. No sólo se tendrá un crecimiento más rápido sino que ese crecimiento se inclinará más hacia el sector de servicios», mencionó Michael Pearce, economista senior para Estados Unidos en Capital Economics. «En términos de empleos, probablemente haya que esperar otro par de años».
Incluso si todo el efecto económico de una vacuna no se hace sentir durante varios meses, de todos modos podría haber cierto beneficio a corto plazo por un resurgimiento del optimismo.
Andy Haldane, economista principal en el Bank of England, señaló que la aprobación de una vacuna «cambiaría las reglas del juego», en vista de que prometería un futuro fin al «ciclo de paradas y arranques» de las restricciones que se imponen sobre los negocios, y que se levantan sólo para volver a ser implementadas cuando aumentan los contagios.
«Eso representa toda la diferencia del mundo, entre tener un negocio viable y no tener un negocio viable y hacer esa inversión y no hacer esa inversión, en las cicatrices psicológicas que persisten y se agrandan o la percepción de que las cosas van a mejorar en cierto momento del futuro cercano», mencionó.
Pero Findlay, de Marstons, dijo que los proveedores de la industria de la hospitalidad de todos modos necesitarían apoyo para sortear los meses antes de que la gente pueda comportarse como alguna vez lo hizo en espacios públicos, e hizo un llamado al Gobierno de Reino Unido para que no revierta una reducción en el impuesto sobre las ventas en servicios de hospitalidad, al tiempo que lo exhortó a disminuir un impuesto predial conocido como impuesto a inmuebles comerciales.
«Estos son negocios viables en las circunstancias adecuadas, que emplean a muchas personas y si no son cuidadosos, no sobrevivirán», aseveró Findlay.
Dario Perkins, un economista en TS Lombard, destacó que el reciente aumento en infecciones y las nuevas restricciones a la actividad han engendrado una percepción «derrotista» entre los creadores de políticas que habían proporcionado enormes sumas en apoyo a las empresas con la expectativa de que la pandemia podría ser controlada en cuestión de meses.
«Ahora bien, si de hecho tenemos una vacuna eficaz, regresamos a donde estábamos en marzo», indicó Perkins.
Edición del artículo original
Fuente: Reforma, The Wall Street Journal, 12 de noviembre, 2020