El nuevo análisis del organismo concluye que las herramientas del tipo ChatGPT deberían complementar más que destruir puestos de trabajo, aunque destaca que las tareas administrativas de oficina son las más expuestas a los efectos automatización.

Es probable que el mayor impacto de esta tecnología no sea la destrucción de empleo, sino más bien los cambios potenciales en la calidad de los puestos de trabajo, en particular la intensidad del trabajo y la autonomía”

OIT

Complementariedad más que destrucción laboral. Es una primera conclusión del posible efecto que tendrá la incorporación de herramientas de inteligencia artificial generativa (IA Generativa) en el mundo del trabajo, según un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentado este lunes.

Esto implica que, con el uso de plataformas estilo ChatGPT, lo que cabría esperar es un aumento y no una destrucción neta de puestos de trabajo.

De acuerdo con el estudio Generative AI and Jobs: A global analysis of potential effects on job quantity and quality, la mayoría de los empleos e industrias están sólo parcialmente expuestos a la automatización y “es más probable que sean complementados que sustituidos por la última ola de IA Generativa, como el chatGPT”.

“Por lo tanto, es probable que el mayor impacto de esta tecnología no sea la destrucción de empleo, sino más bien los cambios potenciales en la calidad de los puestos de trabajo, en particular la intensidad del trabajo y la autonomía”, dijo la OIT en un comunicado.

De acuerdo con el estudio de la OIT, los países desarrollados tienen, de hecho, una mayor exposición a los efectos automatizadores de la IA Generativa, pues tienen una mayor proporción de empleos administrativos, que son los más propensos a sufrir automatización.

Así se ha constatado que el 5.5% del empleo total en los países desarrollados está potencialmente expuesto a automatización, mientras que, en los países de renta baja, el riesgo de automatización sólo afecta a un 0.4% del empleo.

Los efectos de mejora del empleo son de hecho, mayores. El estudio destaca que 10.4% del empleo en países de bajos ingresos está expuesto a dichos efectos, mientras que el porcentaje de exposición en los países de altos ingresos es de 13.4 por ciento.

El estudio destaca que el trabajo administrativo de oficina es el más automatizable, con un 24% de sus tareas con un grado de alta exposición y un 58% adicional con exposición media, lo que implica más de 80% de las tareas.

Algunos puestos que se analizaron fueron los de gerentes, profesionales; técnicos; trabajadores de apoyo administrativo; de servicios y ventas; calificados en agricultura, silvicultura y trabajadores de la pesca.

Por ejemplo, los resultados para los trabajadores de servicios y ventas más mixtos, con algunas ocupaciones que superan el umbral, pero la mayoría de las otras se encuentran por debajo; en tanto, los operadores y ensambladores de plantas y máquinas, las ocupaciones elementales, los trabajadores artesanales y afines y los trabajadores agrícolas, forestales y pesqueros calificados tienen una exposición más limitada.

En el caso de género, es distinto para hombres y mujeres, ya que más del doble del empleo femenino podría verse afectado por la automatización. “Esto se debe a la sobrerrepresentación de las mujeres en el trabajo administrativo, especialmente en los países de renta alta y media”.

“El grupo ocupacional con la mayor proporción de tareas expuestas a la tecnología GPT son los trabajos de oficina, donde la mayoría de las tareas caen al menos en una exposición de nivel medio, y aproximadamente una cuarta parte de las tareas están altamente expuestas a la automatización potencial”, indica el documento que consideró a 59 países.

Cabe recordar que hace veinte años, no había administradores de redes sociales, hace treinta años había pocos diseñadores web, y ninguna cantidad de datos habría arrojado predicciones a priori sobre una amplia gama de otras ocupaciones que surgieron en las últimas décadas; por ejemplo, en Estados Unidos alrededor del 60% del empleo en 2018 estaba en trabajos que no existían en la década de 1940.

Calidad en el empleo
La OIT apunta que parte del análisis también detectó el impacto en la calidad del empleo, pues de manera inmediata es posible que haya un aumento de trabajo en el desempeño diario de trabajo, “automatizar algunas tareas dentro de una ocupación y dejar tiempo para otras tareas, en lugar de automatizar completamente las ocupaciones”.

Apunta que más allá del análisis de los datos cuantitativos, se trata de revisar los análisis que hoy se hacen sobre la calidad del trabajo tanto respecto a los nuevos puestos de trabajo creados por la tecnología, como también los efectos potenciales que haya sobre la intensidad del trabajo y la autonomía cuando la tecnología se integra en el lugar de trabajo.

Para ello, recomienda a los países diseñar políticas que apoyen una transición ordenada, justa y bajo consulta; además, destaca que la voz de los trabajadores, la capacitación y una protección social adecuada “serán claves para gestionar la transición.

Fuente: El Economista