De los grandes aciertos en la lucha por la equidad de género en los ambientes laborales es la importancia que está cobrando la divulgación de datos sociales en los informes de las compañías que cotizan en las Bolsas de Valores. Prueba de ello es el Bloomberg Gender-Equality Index (GEI).

Uno de los objetivos del GEI es visibilizar los entornos de trabajo inclusivos para que cada vez más compañías se sumen a las nuevas tendencias de RRHH, como el equilibrio entre la vida laboral y personal y los arreglos laborales flexibles. Así, retener una fuerza laboral talentosa y crear una ventaja competitiva en un entorno empresarial tan cambiante como el actual será una constante.

Son estas iniciativas las que muestran a las empresas en qué parte del camino se encuentran hacia la paridad de género en relación con sus pares. Y no solo eso, además, las hace responsables de trazar y cumplir sus objetivos de equidad e inclusión. De esa forma, se garantiza que todo esfuerzo será sustentable y que no “pasará de moda”.

Como mujer, trabajar en una empresa que pondera la equidad y le da el mismo valor que a variables como la rentabilidad o la gobernanza es prácticamente como ganarse la lotería.

Eso significa que has llegado a una institución que fomenta el liderazgo femenino y la cartera de talento; que vela por la igualdad salarial y paridad salarial de género; que opera bajo una cultura inclusiva, y que aplica políticas para evitar el acoso sexual. Es decir, has llegado a una empresa pro-women brand.

Actualmente, existen organizaciones que han puesto a prueba sus programas de diversidad de género en el Bloomber GEI para medir su alcance y efectividad. De estos destacan aquellos que dan respuesta a tres objetivos:

  1. promoción de una cultura en la que se perciba como un valor el contar con diferentes sensibilidades y capacidades, derribando prejuicios y estereotipos;
  2. procedimientos que aseguren la meritocracia,
  3. y apoyo a las mujeres para que rompan tanto las barreras sociales como las autoimpuestas.

Pero, ¿qué sucede con las empresas del sector de las TI? Según datos de ILOSTAT, la web de estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo, cuando las mujeres consiguen un trabajo digital deben enfrentar una brecha salarial media de género del 21 %, mayor que la brecha salarial media de género del 16 % para la economía en general, es decir, aún hay mucho camino por recorrer.

Como mujeres al frente de áreas clave en una empresa de tecnología, estamos obligadas a garantizar el progreso de las mujeres y hacer de la diversidad uno de los pilares de la transformación cultural. Desde mi experiencia, las herramientas de las que nos podemos valer para fomentar la igualdad y la equidad son los códigos de igualdad, procedimientos de Recursos Humanos que aseguren la meritocracia, así como de códigos de ética y de cumplimiento legal que incluyan los principios de profesionalidad y respeto.

Tener mujeres liderando negocios es necesario, puesto que fomenta puntos de vista y aproximaciones a los problemas del día a día desde perspectivas diferentes y, sin duda, enriquece las reflexiones en las organizaciones. Además, contar con mujeres en puestos de responsabilidad también inspira a que más mujeres jóvenes en edad universitaria opten por matricularse en determinadas carreras que ahora no consideran, como las STEM (Science, Technology, Engineering, Maths).

Básicamente, una empresa pro-women brand es capaz de ver en una mujer poderosas habilidades para el negocio, como la flexibilidad, la capacidad de negociación, escucha y comunicación; la empatía, y la disposición para el trabajo en equipo. Y es ahí a donde las empresas del sector de las TI llegarán en la medida en la que incluya en sus filas a más mujeres de alto valor profesional.

Fuente: https://retailers.mx/karla-zepeda-de-indra-pro-women-brand-como-objetivo/