Las cosas han cambiado mucho en pocas semanas, tanto que ahora tenemos nuevos aliados que nunca hubiéramos imaginado que entrarán tan de golpe en nuestras vidas. Nos encontramos con que conocemos un poco más sobre que es eso de la Inteligencia Artificial o el Big Data, ya que los telediarios y periódicos se han inundado de noticias que hablan de las soluciones que estas herramientas nos están ofreciendo.
Vimos como China poco a poco empezaba a desarrollar soluciones con estas herramientas para frenar el caos del virus. Después, hemos visto como empresas y startup de todo el mundo han dado un paso adelante y se han cogido de la mano para desarrollar soluciones a partir de la Inteligencia Artificial, que nos ha dado un poco de esperanza y hemos podido ver que la luz al final del túnel a lo mejor está más cerca de lo que esperábamos.
BlueDot, la Inteligencia Artificial que detecto esta crisis sanitaria
Antes de que terminará el 2019, BlueDot, una plataforma de inteligencia artificial dio la voz de alarma tras marcar un grupo de casos de “neumonía inusual” en un mercado en Wuhan, China. Nueve días después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que habían descubierto un “nuevo coronavirus” en una persona hospitalizada con neumonía en Wuhan.
EE.UU y China desarrollan el algoritmo que predice los casos que se agravaran
Este ha sido uno de los avances más importantes que hemos podido ver, y ha sido desarrollado por la NYU Grossman School of Medicine y el Courant Institute of Mathematical Sciences de la Universidad de Nueva York, en colaboración con el Wenzhou Central Hospital y el Cangnan People’s Hospital, ambos en Wenzhou, China.
El objetivo del estudio era encontrar los factores clave que ayudaran a detectar los síntomas que hace que se desarrolle el Síndrome de dificultad respiratoria aguda o SDRA, la acumulación de líquido en los pulmones que puede ser mortal en los ancianos, y serán los que puedan quedarse en el hospital.
Los investigadores se sorprendieron al encontrar que las características consideradas como características del COVID-19, no fueron útiles para predecir cuál de los muchos pacientes con síntomas leves irían a desarrollar enfermedad pulmonar severa. Tampoco fueron útiles la edad y el género para predecir enfermedades graves, aunque estudios anteriores habían encontrado que los hombres mayores de 60 años tenían un mayor riesgo.
En cambio, la nueva herramienta de IA descubrió los factores que hay que tener en cuenta: los niveles de la enzima hepática alanina aminotransferasa (ALT), la mialgia informada y los niveles de hemoglobina.
Las app’s para detectar el COVID-19 están por todo el mundo
Cuando los Gobiernos se dan cuenta de que el temido virus ha llegado a su país, uno de los primeros pasos que se da es buscar la manera de que los ciudadanos estén informados y puedan recibir ayuda en todo momento. Esto se ha conseguido sobre todo a través de las aplicaciones que utilizan la Inteligencia Artificial para estudiar a los usuarios, para aprender todas las maneras de formular una pregunta, y poder darles una respuesta.
Esto hace que los casos importantes se filtren a través de la aplicación y sean los que lleguen al sistema sanitario para recibir ayuda. Algo que parece muy tonto ha conseguido descongestionar las llamadas al 112 y facilitar el trabajo de los sanitarios.
Israel le quiso dar un giro al uso de estas aplicaciones y desarrolló una app para identificar a los pacientes con COVID-19 a través de la “huella vocal”. El objetivo de esta es realizar una evaluación médica y monitorizar el estado de salud de los enfermos.
La IA también nos está ayudando a buscar la cura
La guerra con el coronavirus no terminará hasta que no se encuentre una vacuna. El problema es que desarrollar una cura para una enfermedad suele ser un proceso lento que dura más de un año y tener un coste muy elevado.
Es cierto, que ya hay muchos investigadores y científicos estudiando el virus para encontrar la cura, pero, para ello, se están ayudando con herramientas de Inteligencia Artificial que son la única manera de acelerar los procesos. Desde enero, ya se dispone de la sucesión genética que conforma el SARS-CoV-2, conocido comúnmente como COVID-19.
Inovio Pharmaceuticals o Moderna Therapeutics son dos de las compañías estadounidenses que han hecho uso de esa información y la Inteligencia Artificial para analizar todos los datos que de los disponen y buscar una cura para el virus. Inovio Pharmaceuticals tardó tan solo un fin de semana en encontrar una posible cura que ya está comenzando su fase para ser probada en animales; un paso previo a probarse en personas.
Google también ha anunciado que podría haber encontrado más pistas para formular la vacuna. Algo que ha conseguido gracias a su DeepMind, el laboratorio de investigación de IA adquirido por Google en 2014, quien ha conseguido comprender la estructura de proteínas asociadas del COVID-19.
Aunque la información es esperanzadora, todavía no podemos cantar victoria y nos toca seguir esperando para conocer si algunas de estas vacunas dan resultados positivos. Sea como sea, en un futuro tendremos que dar gracias a todos los informáticos, ingenieros y científicos que han estado detrás de todos estos avances, que nos han facilitado volver a la normalidad.
La Inteligencia Artificial como opción para resolver la crisis sanitaria