Cada día las empresas adoptan estrategias ESG en los giros de sus negocios, pues ven en estas mecanismos para mitigar riesgos y generar valor en el largo plazo.
Los criterios social, ambiental y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) son cada vez más adoptadas entre las empresas de América Latina e influyen en la toma de decisiones de inversión, pues son vistas como mecanismos para mitigar riesgos y generar valor en el largo plazo, refiere el estudio Panorama de las empresas latinoamericanas sobre ESG de EY.
El 58% de los participantes en la encuesta realizada por EY entre ejecutivos, directores y gerentes de más de 400 empresas que participan en 19 diferentes industrias de 12 países de América Latina, respondió que su empresa sí cuenta con una estrategia ESG relacionada con el giro de su negocio.

Al separar por países, el índice de empresas que consideran cuentan con una estrategia ESG, México es uno de los países con uno de los porcentajes más altos con 64%, solo detrás de Perú con 66%.

Colombia, México, Costa Rica y Perú muestran los porcentajes más altos de empresas que consideran que cuentan con una estrategia ESG. Esto puede ser resultado de que los tres primeros países son miembros de la OCDE y cuentan con una presencia importante de empresas con actividades en mercados globales o sedes en otros países, lo cual puede causar mayores exigencias en materia de gestión de temas ESG.

El término ESG, por sus siglas en inglés, se refiere a criterios ambientales, sociales y de gobernanza. ESG y sostenibilidad a menudo se utilizan de manera intercambiable y se enfocan en estudiar y divulgar los impactos que tienen las actividades económicas sobre su entorno operacional.

De acuerdo con los más recientes estudios de EY sobre la materia, gestión de riesgos medioambientales y sociales fueron los más relevantes durante 2022 para evitar la pérdida de capital.

Beneficios

Información de la OCDE, BlackRock y el Fondo Económico Mundial, muestra que al tener una estrategia ESG integrada en todos los aspectos de la organización, las iniciativas de creación de valor a largo plazo tienden a ser más exitosas.

Lo anterior debido a que este tipo de estrategias permite a las organizaciones: crear nuevas fuentes de ingresos; aumentar la eficiencia operativa y reducir los costos; impulsar la innovación en productos y servicios; reducir los factores externos negativos; mejorar la resiliencia frente a las fuerzas disruptivas, además de comprender y atender las expectativas de los grupos de interés.

Fuente: Expansión