El  gobierno de México dio un ultimátum a los legisladores demócratas de Estados Unidos en el sentido de que no aceptará un mecanismo de cumplimiento laboral más sólido que el ya negociado en el nuevo pacto comercial de América del Norte. También planteó que no apoyará la reapertura de las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), el acuerdo que sustituiría al Tratado de Libre  Comercio de América del Norte (TLCAN), vigente desde 1994. “No vemos qué más es necesario o posible”, dijo Jesús Seade, subsecretario para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores, al medio estadounidense Politico en una entrevista el viernes.

En el T-MEC, México acordó desarrollar e implementar reformas con el fin de fortalecer sus leyes laborales para proteger la negociación colectiva y para reformar su sistema de administración de justicia laboral. Además, México creará un centro independiente y autónomo que verifique la “democracia sindical” y un consejo trinacional, junto con sus socios de América del Norte, para comprobar el funcionamiento en materia laboral del T-MEC. Seade enfatizó que México hará cumplir las reformas laborales en su totalidad porque es una de las principales prioridades del presidente Andrés Manuel López Obrador, y no porque Estados Unidos obligue al  gobierno mexicano a hacerlo.

En el momento en que hay una desviación de los compromisos, Estados Unidos tiene los medios para ejercer represalias, para ejercer presión a través de la solución de diferencias. Eso no debe minimizarse”, añadió Seade. En particular, el T-MEC obliga a eliminar los llamados contratos de protección, que son contratos colectivos firmados por los patrones con los sindicatos a espaldas de los trabajadores, intercambiando dinero y prebendas de diverso tipo para conseguir discrecionalidad en el manejo de las relaciones laborales.

Las disposiciones laborales en el acuerdo son de gran alcance. Es un completo paquete de buenas prácticas laborales. No hay nada más que puedas querer”, agregó Seade. Los comentarios de Seade se producen cuando la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y los demócratas han intensificado los llamamientos para que la administración de Trump realice cambios en el texto del T-MEC. Pelosi ha dicho específicamente que la aplicación del acuerdo es el tema general que debe tratarse como parte del acuerdo, no a través de una carta paralela o una legislación posterior, antes de que los demócratas consideren el remplazo del TLCAN.

Los demócratas quieren disposiciones laborales más fuertes, pero también cambios en el ambiente del acuerdo y las disposiciones de medicamentos recetados. Aunque la ratificación del acuerdo es la principal prioridad legislativa para la administración de Trump este año, el representante de  Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, dijo que la administración no presentará un proyecto de ley para implementar el pacto hasta que Pelosi lo solicite.

Seade llevó a cabo una visita de trabajo en Washington, en donde sostuvo diversas reuniones con funcionarios del  gobierno de EU, incluyendo Lighthizer, quien se mostró confiado en que el proceso de ratificación por parte del Congreso de Estados Unidos será realizado en los próximos meses, y manifestó su satisfacción con la recién aprobada reforma laboral, de acuerdo con un comunicado de cancillería.

(Fuente: El Economista / Internet, Información, 00:09, 06/05/2019)