Las iniciativas adoptadas por algunos estados del País para prohibir el uso de bolsas de plásticos ya está golpeando a la industria. En solo año y medio se han cerrado más de 50 empresas y otras redujeron su capacidad de producción de 35 a 40 por ciento, según Aldimir Torres, presidente de la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (Anipac). «Hay empresas en el Estado de México, Jalisco, Michoacán, que están trabajando entre 35 y 40 por ciento de su capacidad», afirmó.
La industria del plástico generaba alrededor un millón de empleos, pero desde hace año y medio se han perdido más de 150 mil y hay riesgo de llegar a cerca de 300 mil, añadió Torres.
Anualmente se producen y consumen 7 millones de toneladas de plásticos, de los cuales 22 por ciento son bolsas y el resto a productos de envases, empaque y embalaje.
El plástico representa alrededor de 10 por ciento de los residuos sólidos urbanos, pero el problema es que es muy visual, por lo que se considera como uno de los principales culpables de la contaminación, consideró Torres.
Para José Anguiano, presidente de Industriales de Bolsas Plásticas de México (Inboplast), el problema de la contaminación no está en las bolsas.
La prohibición de las bolsas es un distractor de la verdadera complejidad, que es la falta de un rediseño para usar menos materiales en los empaques, incluyendo los plásticos.
Torres admitió que hay un exceso en el uso de bolsas de plástico, pero también falta una norma para su fabricación.
«Los ambientalistas tienen razón, hemos exagerado en el sobre empaque, pero también tenemos el problema que en algunos casos no se normaliza la bolsa.
«En México no hay una norma para fabricar una bolsa, entonces cada quien la fabrica como puede», reconoció Torres.
En Anipac se prepara una iniciativa de norma para fabricar una bolsa más amigable con el medio ambiente, que incluya un porcentaje de material reciclado en su composición y que tenga mayor resistencia para que dure más.
Torres dijo que lo ideal sería usar la bolsa de plástico unas 150 veces y posteriormente reciclarla.
Añadió que el consumidor, industria y Gobierno requieren repensar lo que se ha hecho hasta ahora, porque no ha sido tan eficiente.
Una bolsa de un autoservicio no puede ser usada tantas veces, pues se rompe con facilidad, ya que las tiendas la piden más delgadas al fabricante porque las compran por kilo, dijo Anguiano.
Una opciones que dan en los supermercados es la bolsa de polipropileno (un tipo de plástico).
La empresa 88 Bag, que fabrica bolsa de polipropileno, reportó un alza anual en sus ventas de 30 por ciento en los primeros seis meses del año.
Sin embargo, dijo Anguiano, por ahora no hay tecnología para reciclarlas, explicó Anguiano.
A partir de enero de 2020 estará prohibido en la Ciudad de México vender, distribuir y entregar bolsas de plástico no renovables.
Otras entidades que se han unido a no usar bolsas de plástico son Nayarit, donde la medida incluye a los popotes de plástico y productos de unicel.
A mediados de mayo pasado, el Congreso de Puebla aprobó la prohibición de las bolsas y popotes de plástico de un sólo uso en el Estado.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Julio 15, 2019