Ante la emergencia por los pasados sismos, diversos organismos proponen aumentar el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a los refrescos y demás bebidas saborizadas, al pasarlo del 10 al 20 por ciento, además de incrementar el gravamen al tabaco hasta un 75 por ciento, para recaudar 25 mil millones de pesos adicionales para la reconstrucción de las poblaciones afectadas.
Al aplicar los impuestos de 75 por ciento al tabaco y de 20 por ciento a las bebidas azucaradas recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se obtendrían alrededor de 25 mil millones de pesos anuales adicionales, que se pueden destinar a la reconstrucción de viviendas, escuelas y hospitales”, indicaron los organismos pertenecientes a la Alianza por la Salud Alimentaria.
Sin embargo, el primer reto de la propuesta es que un 60 por ciento de los ingresos por IEPS de alimentos y bebidas no alcohólicas provienen de los hogares que viven con menos de seis salarios mínimos, es decir, menos de 10 mil pesos al mes, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos en de los Hogares (ENIGH), que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El dato
El valor de la producción de la industria refresquera representa cera del 1.1 por ciento del PIB en 2016
El segundo reto es que el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), José Antonio Meade, ya descartó que en el proyecto del presupuesto para 2018 se añadirían nuevos impuestos.
Ante ello, en la primera semana de octubre el director de El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, indicó que “el impuesto actual es de 10 por ciento y se considera un impuesto a medias. Si aumenta a 2 pesos por litro, que sería el equivalente al 20 por ciento recomendado, ingresarían alrededor de 16 mil millones de pesos adicionales”.
En cuanto al tabaco, el director de Iniciativas en Salud Pública de la Fundación Interamericana del Corazón México, Érick Ochoa, dijo que “el impuesto representa 67 por ciento del precio de venta, pero si se ajustara al 75 por ciento como lo exige la OMS, el país aumentaría la recaudación en 10 mil millones de pesos y reduciría su consumo en 30 por ciento.”
Desde 2014, cuando se implementó el IEPS a las bebidas azucaradas, y hasta julio de este año, se han recaudado 76 mil 655 millones de pesos por este concepto, según datos de la Secretaría de Hacienda.
Con la ampliación del impuesto al tabaco desde ese año, se han obtenido 132 mil 366 millones de pesos; sin embargo no hay resultados en materia de salud, que era el principal objetivo de su aplicación.
La Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) expuso previamente que en el primer año de la implementación del IEPS a las bebidas azucaradas, su consumo disminuyó 1.9 por ciento, sin embargo el efecto se revirtió a partir del segundo año, por lo que la medida no ha servido a su fin.
La ANPRAC expuso que la Encuesta Mensual de la Industria Manufacturera (EMIM), que elabora el Inegi, muestra que “el consumo de bebidas saborizadas disminuyó 1.9 por ciento en el año 2014. A dos años de su vigencia el impacto resultó prácticamente nulo y en 2016 el volumen de ventas creció en 1.6 por ciento”.
Además, la asociación indicó que de enero a junio de este 2017 su comercialización prácticamente se mantiene en el mismo nivel que en el dicho período del 2016, sólo con una baja mínima de 0.1 por ciento, pues el volumen de ventas de refrescos en el país ascendió a nueve billones 198 mil 956 millones de litros.
Añadió que derivado del volumen de ventas de las bebidas saborizadas, en el primer semestre de este año se han recaudado 11 mil 655.7 millones de pesos por concepto del IEPS, es decir, 0.4 por ciento más que los 11 mil 614.7 millones de pesos de similar periodo en 2016.
(Fuente: La Razón de México / Internet, Información, 09:19, 09/10/2017)