Los mercados temblaron ante las señales de que Estados Unidos podría aprestarse a salir del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLC), pero el acuerdo comercial podría sobrevivir aunque el Presidente Donald Trump notifique su retirada.
Según el convenio, Estados Unidos, Canadá o México pueden retirarse con seis meses de preaviso. Han sido escasos los progresos en los temas más espinosos en vísperas de la sexta ronda de este mes en Montreal, lo cual alimenta las especulaciones de que Trump cumplirá con su amenaza de irse.
Los inversionistas están buscando alguna señal. El dólar canadiense y el peso mexicano se depreciaron y las acciones mexicanas retrocedieron luego de los informes conocidos ayer de que Canadá ve una probabilidad creciente de que Estados Unidos abandone el TLC. La Casa Blanca dijo más tarde que su política no ha cambiado.
Lo que ocurriría después ha pasado a ser tema de debate entre los abogados del área comercial en Washington. A continuación, tres posibles situaciones, cada una con sus propias consecuencias para los mercados y la economía norteamericana.
Acuerdo zombi
El hecho de que el Presidente emita una notificación de salida no implica que Estados Unidos se retirará formalmente después de seis meses. Desde que el país anunció que saldrá del acuerdo climático de París, por ejemplo, ha enviado señales de que podría permanecer en él bajo ciertas condiciones.
También hay versiones de que el Congreso impediría que la Casa Blanca desmantelara el TLC. Según la Constitución, el Congreso tiene la facultad de «regular el comercio con países extranjeros». Los grupos favorables al TLC podrían cuestionar la decisión de Trump ante la justicia, sosteniendo que no tiene autoridad para retirarse.
El finEl TLCAN podría realmente estar acabado. En esta hipótesis, el Congreso no impide que Trump se retire del acuerdo. Aumentarían los aranceles sobre los bienes comercializados en la región, probablemente haciendo subir los precios y reduciendo las ganancias de las compañías. Un aumento de los derechos afectaría posiblemente el crecimiento, costaría empleos y provocaría inflación para los tres países, en tanto Bloomberg Intelligence y Moody’s Analytics predicen que México sería el país más afectado.
Pero ninguno caería en una recesión, según Moody’s. El mayor sufrimiento, según Moody’s, se produciría en los dos primeros años después de la caída del acuerdo, suponiendo que Estados Unidos y Canadá mantengan el acuerdo bilateral que precedió al TLC.
El inicio
Por otro lado, la notificación de Trump podría ser simplemente el inicio de la siguiente fase de negociaciones.
Un anuncio de salida seguramente intensificaría las tensiones entre los tres países. Pero al templarse los ánimos, no es inconcebible que volvieran a la mesa de negociaciones.
Si Trump presenta la notificación este mes, los seis meses vencerían antes de las elecciones parlamentarias de mitad de mandato en noviembre. Pero Estados Unidos podría trabajar, no obstante, en un nuevo acuerdo cuando termine la campaña, siempre y cuando Trump obtenga una extensión de la facultad otorgada por el Congreso de negociar por la vía rápida.
Después de todo, negociar acuerdos comerciales normalmente lleva años. El TLC original entró en vigencia en 1994, casi tres años después de iniciadas las negociaciones.
Fuente:REFORMA, Negocios, 11/01/18