Las importaciones de productos de los cinco mayores mercados del comercio internacional sumaron 3 billones 658,000 millones de dólares en la primera mitad del 2019, una baja interanual de 2.3 por ciento. Esos mercados, Estados Unidos, China, Alemania, Japón y Reino Unido, representaron 37.8% del total de las importaciones de mercancías en todo el 2018. De cerrar el 2019 con una caída en las compras mundiales externas, estas reflejarían un cambio de tendencia notable, puesto que las importaciones mundiales crecieron 10.9% en el 2017 y 10.6% en el 2018, según datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC). El menor comercio global ha tenido entre sus causas la guerra comercial entre Estados Unidos y China, otros conflictos comerciales y una desaceleración de la economía mundial.
A tasas anuales, durante el primer semestre del año en curso, las importaciones de Estados Unidos crecieron 0.2%, mientras que las de los otros cuatro mayores mercados presentaron retrocesos: China (-4.7%), Alemania (-3.9%), Japón (-2.2%) y Reino Unido (-1.1 por ciento). En cuanto a Estados Unidos, tomando en cuenta la estadística más actualizada, de enero a agosto, sus importaciones registraron una disminución de 0.1% interanual. De acuerdo con el último reporte anual de la OMC, el comercio mundial enfrentó nuevos vientos en contra desde el 2018, ya que las tensiones comerciales y la incertidumbre de la política económica aumentaron drásticamente.
El crecimiento interanual en el volumen del comercio mundial de mercancías cayó de 3.9% en el primer semestre del 2018 a 2.7% en el segundo semestre. La desaceleración se hizo más pronunciada hacia el final del año, ya que un crecimiento intertrimestral relativamente fuerte de 1.2% en el tercer trimestre fue seguido por una disminución de 0.3% en el cuarto trimestre. El crecimiento más lento del comercio estuvo acompañado por un crecimiento más débil de la producción en las principales economías. Los países del G20 vieron su aumento colectivo del PIB a una tasa promedio anual de 3.5% en la segunda mitad del 2018, por debajo de 3.9% en la primera mitad. La pérdida de impulso en el comercio y el PIB se debió en parte a una política monetaria más estricta, al aumento de la volatilidad financiera y al alza de los aranceles sobre los bienes ampliamente comercializados.
En general, la OMC destacó que las tensiones comerciales parecen haber contribuido significativamente a la desaceleración. La escalada de las tensiones comerciales y la desaceleración de la economía mundial han llevado a los economistas de la OMC a reducir drásticamente sus pronósticos de crecimiento del comercio en el 2019 y el 2020. Medido ya no en valor, sino en volumen, se espera que el comercio mundial de mercancías aumente sólo 1.2% en el 2019, sustancialmente más lento que el pronóstico de crecimiento de 2.6% en abril. A su vez, el aumento proyectado en el 2020 es ahora de 2.7%, por debajo de 3.0% anterior.
Los economistas advierten que los riesgos a la baja siguen siendo altos y que la proyección para el 2020 depende de un retorno a las relaciones comerciales más normales.
El panorama sombrío para el comercio es desalentador pero no inesperado. Más allá de sus efectos directos, los conflictos comerciales aumentan la incertidumbre, lo que está llevando a algunas empresas a retrasar las inversiones para mejorar la productividad que son esenciales para elevar el nivel de vida, dijo Roberto Azevêdo, director general de la OMC, la semana pasada. La creación de empleo también puede verse obstaculizada, ya que las empresas emplean menos trabajadores para producir bienes y servicios para la exportación, añadió.
(Fuente: El Economista / Internet, Información, 00:28, 09/10/2019)