La Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados presentó una iniciativa para modificar el etiquetado de los productos que utilizan la denominación «leche» o hacen alusión a ella, pero que por su composición o características no lo son. La modificación aplicaría para bebidas de origen vegetal que se venden como «leche de almendras» o «leche de coco» y para fórmulas o productos combinados que aludan ser de origen animal con algún signo, símbolo o imagen, como una vaca, explicó Eduardo Ron Ramos, presidente de la Comisión.
«Lo que intentamos es que ya no se venda leche con el nombre de ‘leche’ que no sea leche, porque eso llega a confundir al consumidor. (Estos productos) se tendrían que reetiquetar y que dijeran cualquier otra cosa, pero que no dijeran ‘leche'», dijo Ron.
No se está en contra de que haya otras alternativas, expuso, pero que no se engañe al consumidor con la denominación de leche.
La propuesta, expuso, da facultades a Profeco para sacar de anaqueles productos que confunden al consumidor.
«También estamos reformando la Ley de la Propiedad Industrial para que cuando se registre o se renueve una marca, un organismo tercero certifique que esté de acuerdo la marca con el contenido del producto», apuntó el diputado.
La exposición de motivos del proyecto de iniciativa argumenta que las fórmulas lácteas y los productos lácteos combinados no tienen la cantidad de proteínas que se requieren para denominarse leche, por lo que su nombre induce a un error.
De acuerdo con la nutrióloga Valeria Rubio, para que una bebida se pueda llamar leche necesita ser de origen animal y contener al menos 30 gramos de proteína por litro.
«Ningún alimento es tan rico en histidina -un aminoácido- como la leche.
«Ninguna bebida que cumpla con esto se podría denominar leche. (Las bebidas de origen vegetal) tienen otro tipo de nutrimentos, otro tipo de beneficios, pero son diferentes a los que tiene la leche», señaló.
La Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG) dijo que esta iniciativa abre un proceso de análisis en torno de la necesidad de perfeccionar las reglas y normas que buscan claridad en el etiquetado de productos lácteos.
«Ese esfuerzo es positivo y abre un proceso de análisis que debe ser muy objetivo.
«La Confederación se pronuncia a favor de la apertura de este proceso y se ha de reconocer que hay que escuchar a todos los actores de la cadena productiva, incluyendo al consumidor», comentó Oswaldo Cházaro Montalvo, presidente de la CNOG.
Fuente: Reforma Sección Negocios, Febrero 25, 2019