De enero a julio pasados, se crearon en México 15 mil 503 empresas negocios formales, un 23.6 por ciento menos respecto a los 20 mil 288 del mismo periodo del 2018, siendo la tasa porcentual más baja para un lapso comparable desde el 2014, cuando disminuyó en 42.1 por ciento. Cifras originales del IMSS detallan que en total, al cierre de julio pasado, existieron 993 mil 780 registros patronales en el País. En Nuevo León también disminuyó la creación de empresas, en un 16.3 por ciento, al generarse mil 218 frente a las mil 456 de enero a julio del año pasado. La tasa porcentual es la más baja desde la registrada en enero-julio del 2016, cuando bajó en 23.4 por ciento.
De acuerdo con el IMSS, al cierre del séptimo mes de este año, en el Estado habían 68 mil 407 registros patronales.
Jesús Rubio, investigador del Colegio de la Frontera Norte en Monterrey, explicó que la menor generación de negocios formales es un reflejo de las expectativas de poco crecimiento que se tienen para este año, así como de la dificultad que habría para recuperar las inversiones.
«Los empresarios están viendo que, dada esta baja que vamos a tener en el crecimiento del Producto Interno Bruto, va a ser más difícil recuperar las inversiones que ellos puedan hacer.
«Entonces, están más a la expectativa de saber cómo se desarrollará la economía en los siguientes años para poder decidir el hacer más inversiones».
En general, expuso, se ha observado una caída en la confianza del consumidor, así como en la de los empresarios, según datos del Banco de México.
«Es difícil que pueda recuperarse la creación de empresas, a menos de que las expectativas económicas mejoren.
«Los Gobiernos necesitarían desarrollar políticas públicas para poder impulsar el que pueda haber una mayor creación de empresas formales».
Agregó que se requiere dar certidumbre a las inversiones nacionales y extranjeras, y ejercer el gasto público programado.
José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, coincidió en que la incertidumbre afecta a emprendedores y grupos de inversionistas.
«La inversión productiva que normalmente se realiza en el País se va desacelerando y esto acaba en que quienes emprenden y grupos de inversionistas que buscan generar nuevas empresas se han venido disminuyendo».
Añadió que la inseguridad y el escaso acceso al financiamiento inciden en el número a la baja de negocios formales.
«La baja creación de empresas restringe a la generación de empleo y en tanto no se abran más negocios, difícilmente se van a revertir los datos de baja generación de puestos de trabajo», advirtió.
Fuente: Reforma, Sección Negocios, Agosto 21, 2019